En una decisión judicial que ha enviado ondas de choque a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos, un juez federal en Texas ordenó este miércoles al gobierno estatal retirar una barrera de boyas instalada sobre el Río Grande antes del 15 de septiembre.

09/07/2023. El magistrado David Ezra, del distrito oeste de Texas, dictaminó que esta barrera constituía una «obstrucción a la capacidad navegable» del Río Grande y reprendió al gobierno estatal, liderado por el gobernador republicano Greg Abbott, por no haber solicitado autorización federal antes de instalar las boyas.

El fallo, que ha sido celebrado por la administración del presidente Joe Biden, prohíbe a Texas volver a instalar boyas o cualquier tipo de estructura sobre el río, lo que supone una victoria significativa para el gobierno demócrata. La demanda inicial fue presentada por el Gobierno de Biden en contra de la barrera flotante.

En su fallo, el juez Ezra fue categórico al afirmar que la conducta de Texas perjudica irreparablemente la seguridad pública, la navegación y las operaciones de funcionarios de agencias federales en el Río Grande y sus alrededores. El juez también rechazó el argumento presentado por el gobierno de Texas durante el juicio, en el que acusaron a la Administración demócrata de no defender adecuadamente la frontera sur. El juez calificó esta alegación como «impactante» y advirtió que otorgar tal potestad al gobernador de Texas sería darle más poder del que tiene el presidente de los Estados Unidos.

Además de su preocupación por la capacidad navegable del río, el juez Ezra determinó que el gobierno estatal no proporcionó «ningún tipo de evidencia creíble de que la barrera de boyas ha reducido significativamente» la migración irregular a través del Río Grande. En lugar de ser una solución efectiva, la barrera se ha convertido en una «amenaza» para la vida de las personas que intentan cruzar la frontera. En un incidente lamentable, a principios de agosto, las autoridades estadounidenses encontraron dos cadáveres de migrantes flotando cerca de las boyas.

La barrera de boyas es parte de la controvertida «Operación Estrella Solitaria», una campaña lanzada por el gobierno de Greg Abbott para abordar la migración en el estado y mostrar su oposición a las políticas de Biden. Esta campaña ha generado una serie de medidas polémicas, incluyendo el envío de buses con migrantes a ciudades gobernadas por demócratas y la instalación de kilómetros de concertina en la frontera con México.

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El Gobierno de México también se involucró en el asunto, solicitando en varias ocasiones a Estados Unidos que retirara la barrera, argumentando que la mayoría de las boyas se encontraban en su territorio. Esta afirmación fue corroborada por la Comisión Internacional de Límites y Aguas, una entidad binacional, en un informe presentado ante el tribunal, donde se concluye que la gran mayoría de las boyas están del lado mexicano.

La decisión del juez federal ha sido acogida con satisfacción por el Gobierno de México, que a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores reconoció la orden de retirar la instalación de boyas en el Río Bravo en el área de Eagle Pass, Texas.

En resumen, el fallo del juez federal en Texas marca un hito en la disputa sobre la barrera de boyas en el Río Grande, destacando la importancia de respetar los procesos legales y las autorizaciones federales en cuestiones relacionadas con la seguridad fronteriza y la migración. Además, esta decisión representa una victoria para la Administración Biden en su enfoque de abordar los desafíos de la frontera sur de Estados Unidos.