En una ardua operación coordinada entre la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Ecuador, se llevaron a cabo intervenciones en dos de las prisiones más destacadas del país, la Penitenciaría del Litoral y la cárcel de Esmeraldas.

09/15/2023. Estos allanamientos son parte de una serie de acciones en el marco del estado de excepción decretado por el Gobierno desde finales de julio en el sistema penitenciario nacional. El objetivo principal: desarmar a las peligrosas bandas criminales que operan dentro de las cárceles y que han sido responsables de una serie de masacres carcelarias.

La Penitenciaría del Litoral, conocida por ser la prisión más grande y poblada de Ecuador, fue objeto de una intervención minuciosa que resultó en el decomiso de once armas de fuego, 1.665 balas de diversos calibres, nueve cargadores, 200 armas blancas y 10,8 kilogramos de sustancias sospechosas de ser droga. Según el reporte del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, también se confiscaron 56 teléfonos móviles, una radio de comunicación y 715 dólares en efectivo.

Por otro lado, en la cárcel de Esmeraldas, ubicada en la costa norte del país y colindante con Colombia, se encontraron 200 armas blancas, un cargador de balas, quince balas, diez garrotes, 3,1 kilogramos de sustancias presumiblemente estupefacientes, 280 teléfonos móviles, dos computadoras, seis discos duros, unas esposas, ocho radios de comunicación y nueve módems.

Estos impactantes decomisos ponen de manifiesto la gravedad de la situación dentro de las cárceles ecuatorianas y la necesidad urgente de medidas efectivas para combatir el poder de las bandas criminales que operan en su interior. Según datos oficiales, más de 400 presos han perdido la vida en masacres carcelarias desde 2020, en gran parte debido a las violentas rivalidades entre estas bandas.

El video de un grupo de individuos fuertemente armados que se autodenominan «Los Tiguerones» circuló en las redes sociales mientras se llevaba a cabo la operación. En el video, estos individuos insultan y amenazan a las autoridades estatales en represalia por los operativos carcelarios. «Donde ustedes se meten a las cárceles a matar a nuestros hermanos, y a humillarlos, dejándolos descalzos, sin ropa, comida ni dónde dormir, nosotros vamos a ponerles las calles de cabeza. No sólo ‘Los Lobos’ pueden doblegarles, nosotros también podemos», se escucha decir a la persona que lee un comunicado en el video.

Puedes leer: El correismo va de segundo en las elecciones de Ecuador – (dehablahispana.com)

Es importante señalar que «Los Tiguerones» guardan similitudes notables con «Los Lobos», otra banda criminal que ha estado en el centro de la atención mediática en Ecuador. «Los Lobos» se atribuyeron previamente el atentado contra el candidato presidencial Fernando Villavicencio, aunque esta afirmación fue posteriormente contradicha por otros individuos que también afirmaron ser parte de la misma banda.

«Los Lobos» se han relacionado con una serie de coches bomba y explosiones que ocurrieron a finales de agosto en varias partes del país, en respuesta a la intervención en la cárcel de Latacunga, que está bajo su control. Estos eventos también estuvieron acompañados de motines en al menos seis prisiones, donde los reclusos tomaron como rehenes a más de 50 guardias carcelarios y policías durante casi dos días, hasta que finalmente fueron liberados.

La cárcel de Latacunga, situada a 70 kilómetros al sur de Quito, se ha convertido en un punto crítico en la lucha contra las bandas criminales que operan en el sistema penitenciario ecuatoriano. Varios presos de esta institución están siendo investigados por sus presuntos vínculos con los sicarios responsables del asesinato de Fernando Villavicencio, un triste recordatorio de la gravedad de la situación carcelaria en Ecuador y la necesidad de medidas efectivas para poner fin a la violencia y el control de las bandas criminales dentro de las prisiones del país.

Las autoridades ecuatorianas continúan trabajando incansablemente para desmantelar estas peligrosas organizaciones criminales y restaurar la seguridad en el sistema penitenciario, pero queda claro que esta es una tarea monumental que requerirá esfuerzos continuos y un enfoque multifacético. Mientras tanto, el país sigue en alerta ante la persistente amenaza que representan estas bandas y la compleja situación en las cárceles ecuatorianas.

Redacción DHH sobre información pública de rpp.pe