La inflación semanal en Argentina es la que tienen otros países anualmente
Si bien la crisis que atraviesa el país es perceptible en el día a día de las personas y en el malestar generalizado de la población, a veces es necesario alejarse un poco del panorama para comprender la magnitud de lo alarmante que es la situación actual. La inflación es uno de los flagelos que más angustia a los argentinos, y no sin razón, puesto que la voraz suba de precios hace imposible proyectar un futuro.
10/20/2023. Recientemente, el Gobierno tomó la decisión de informar la variación inflacionaria de forma semanal, presuntamente con la idea de “suavizar” el impacto del número total al final del mes. Sin embargo, los datos que vienen arrojando, abren la puerta a otro tipo de comparaciones puesto que, si bien en relación a los montos mensuales son obviamente mucho bajos, cuando se mira hacia el exterior, el resultado del cotejo es escandaloso.
Argentina está desde hace rato en el podio de países con mayor inflación en América Latina, solo por debajo de Venezuela, que lidera la lista. Y si bien esto ya de por sí es un dato descorazonador, se torna aún peor cuando se toma en cuenta que el 2,2 por ciento de inflación que midió la Secretaría de Política Económica en la semana del 9 de octubre, pueden competir con los números anuales de los países que se encuentran en el extremo opuesto del ranking con la menor variación de precios.
Echando un vistazo a los países que menor inflación anual registran, nos encontramos con que Paraguay tiene un 2,5 por ciento, Ecuador un 1,96, mientras que Bolivia y El Salvador muestran un 1,49. Es decir, los precios en Argentina subieron más en una sola semana, que lo que subieron a lo largo de un año en Ecuador, Bolivia y El Salvador, y casi lo mismo que Paraguay.
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Y sin ir más lejos, vale recordar que a finales del año pasado el propio Gobierno esperaba números inflacionarios mucho más bajos, cercanos al 4 por ciento mensual. La constante aceleración del costo de vida, sin embargo, ha puesto las perspectivas de cabeza, y se ha vuelto habitual esperar con resignación que los datos mensuales estén por encima de los dos dígitos.
Con semejante panorama, el 2023 se encamina a cerrar como uno de los peores de la última década y deja un saldo sumamente negativo, con el cual tendrá que batallar la próxima gestión que asuma la Presidencia. Sea cual sea la fuerza que resulte ganadora en las inminentes elecciones de este domingo, los argentinos estamos condenados a ajustarnos el cinturón y atenernos a las consecuencias de los nefastos cuatro años de gobierno de Alberto Fernández y su séquito.
Con información de agencianova.com