La persistente espiral de violencia y caos que asola Haití ha alcanzado cifras alarmantes, según el último informe del secretario general de las Naciones Unidas. La representante de la ONU para Haití en el Consejo de Seguridad, María Isabel Salvador, ha denunciado la creciente amenaza que suponen las pandillas armadas en el país caribeño y ha solicitado la intervención de una fuerza internacional para restablecer la seguridad en la región.

10/24/2023. En palabras de María Isabel Salvador, «la situación de la seguridad en el terreno sigue deteriorándose, ya que la creciente violencia de las pandillas sumió la vida de los haitianos en el caos. Los principales delitos están aumentando bruscamente hasta alcanzar nuevos máximos históricos». Esta preocupante declaración ha encendido las alarmas en la comunidad internacional, que observa con creciente inquietud el aumento de la violencia en Haití.

El informe del secretario general de la ONU revela un incremento sin precedentes en las infracciones mayores, destacando los homicidios voluntarios y los secuestros como los delitos que más han aumentado, principalmente en los departamentos del Oeste y en Artibonito. Entre julio y septiembre, la policía nacional registró un total de 1.239 homicidios, frente a los 577 del mismo periodo en 2022. Además, en el mismo periodo de 2023, 701 personas, incluyendo 221 mujeres, 8 niñas y 18 niños, fueron secuestradas, lo que representa un alarmante aumento del 244% en comparación con el año anterior.

La violencia no se limita a las pandillas armadas, ya que también se han reportado muertes a manos de grupos de autodefensa que surgieron en la primavera pasada. Según el informe, unas 388 personas fueron linchadas entre el 24 de abril y el 30 de septiembre debido a su presunta pertenencia a bandas armadas. Estos datos muestran un panorama sombrío de la seguridad en Haití y la urgente necesidad de intervención internacional.

En respuesta a esta crisis, el Consejo de Seguridad aprobó a principios de octubre el despliegue de una misión multinacional bajo el liderazgo de Kenia, que trabajará en colaboración con las autoridades haitianas para restablecer la seguridad en el país. María Isabel Salvador enfatizó que «la recuperación del control por la policía haitiana es una condición previa para celebrar elecciones creíbles e inclusivas». Desde 2016, Haití no ha realizado elecciones, lo que agravó la crisis política en el país.

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La aprobación de la misión multinacional ha generado expectativas en la población haitiana, tanto en el país como en el extranjero, quienes ven en esta intervención una esperanza de poner fin a la violencia que asola la nación. La luz verde del Consejo de Seguridad «creó expectativas a millones de haitianos tanto en el país como en el extranjero», señaló María Isabel Salvador. «Esto suscita un destello de esperanza de ver la luz al final del túnel».

Aunque la misión multinacional liderada por Kenia aún no ha detallado por completo su plan de acción, se espera que esta intervención brinde el apoyo necesario para restablecer la seguridad y permitir que las autoridades haitianas trabajen en la reconstrucción del país. La situación en Haití es crítica, y la comunidad internacional debe unirse en un esfuerzo conjunto para poner fin a la violencia y allanar el camino hacia un futuro más estable y próspero para esta nación caribeña.

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