El Departamento de Estado de los Estados Unidos hizo público un informe que revela una supuesta campaña de desinformación financiada por Rusia, con el objetivo de influir en la opinión pública en América Latina. Lo que sorprende es que, de acuerdo con el informe, Chile estaría en el centro de esta operación del Kremlin.

11/08/2023. El informe señala que se estaría conformando un equipo en un país latinoamericano, muy probablemente en Chile, compuesto por individuos locales, incluyendo periodistas y líderes de opinión pública de diversos países de la región. Estos actores, según el Departamento de Estado, estarían siendo utilizados por agentes rusos para difundir propaganda y noticias falsas con el fin de fomentar sentimientos antiestadounidenses y contra la OTAN.

El Departamento de Estado menciona que estas operaciones se coordinan principalmente con los medios de comunicación en español, nombrando específicamente a Pressenza y El Ciudadano, sin especificar si este último diario es de origen chileno o no.

El informe identifica a tres organizaciones vinculadas al Kremlin como responsables de llevar a cabo una campaña de «manipulación de información» en América Latina. Estas entidades son la «Social Design Agency» (Agencia de Diseño Social, SDA), el «Institute for Internet Development» (Instituto para el Desarrollo de Internet) y «Structura». Su enfoque estaría en la «influencia por contratación», utilizando una red de actores de influencia de medios estatales y redes sociales para amplificar contenido original o discursos divisivos existentes.

Entre las personas detrás de estas entidades, se destaca el periodista Oleg Yasinskiy, quien posee fuertes lazos con Chile. Según el sitio Russia Today (RT), Yasinskiy es un «periodista ucraniano chileno, colaborador de los medios independientes latinoamericanos como Pressenza.com, Desinformemonos.org y otros». Otro periodista con conexiones entre Rusia y Chile es Denis Rogatyuk, director internacional de la plataforma mediática El Ciudadano, uno de los medios independientes más grandes de Chile.

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En una entrevista con Infobae, el coordinador del Centro para la Participación Mundial del Departamento de Estado, James Rubin, había alertado previamente sobre la función de Oleg Yasinskiy. Rubin afirmó: «Él es el que sabemos que sabe lo que está haciendo. El resto podrían ser lo que, francamente, llamamos ‘idiotas útiles'».

El informe también señala la coordinación entre las embajadas rusas en América Latina y los medios de comunicación financiados por el Estado para amplificar mensajes a favor del Kremlin, difundir narrativas antiestadounidenses y forjar asociaciones entre medios estatales rusos, medios locales y periodistas locales.

James Rubin destaca que muchos de los artículos y temas que Rusia intenta difundir van en la dirección de persuadir a las audiencias latinoamericanas de que Moscú podría ser un aliado para «derrotar al neocolonialismo». Sin embargo, también hace hincapié en que esta narrativa es ridícula, ya que el propio gobierno ruso está involucrado en actividades que podrían ser consideradas neocolonialismo y neoimperialismo, como su conflicto en Ucrania y su extracción de recursos en África.

Andrés Cañizález, politólogo y periodista venezolano especializado en medios de comunicación, comenta que América Latina es un espacio importante para la presencia comunicacional rusa, ya que permite a Rusia desafiar geopolíticamente a Estados Unidos en su propio terreno.

El politólogo ruso-colombiano Vladimir Rouvinski también agrega que, a diferencia de Europa o Estados Unidos, en América Latina y el Caribe hay muy pocos debates públicos acerca de la presencia de los medios de comunicación financiados por el Gobierno ruso. Además, señala que entre los miembros de las élites políticas e intelectuales de la región, hay poca conciencia acerca de los objetivos de la estrategia comunicativa rusa, prevaleciendo la idea de que la presencia de los medios rusos forma parte del ejercicio de la libertad de expresión.

La revelación de este informe del Departamento de Estado pone de manifiesto la creciente preocupación de las autoridades estadounidenses respecto a las actividades de desinformación promovidas por Rusia en América Latina y destaca el papel de Chile como un posible nodo central en esta red de manipulación informativa. La cuestión de cómo los gobiernos y la sociedad civil en la región abordarán esta amenaza a la información veraz y la estabilidad política será un tema importante en los próximos debates y discusiones internacionales.

Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de latercera.com