ZELENSKY BUSCA AL G7 PARA APOYAR SU OFENSIVA
Kiev alerta a los países más poderosos que solo así podrá continuar la ofensiva sin miedo a los misiles de largo alcance del Kremlin.
Los misiles rusos de la venganza seguían lloviendo este martes sobre la población ucraniana mientras los líderes del G-7 se reunían de emergencia de forma virtual para discutir la nueva escalada. En la pantalla, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con su tradicional atuendo de faenas militares. Si al principio de la guerra pedía misiles, luego munición y recientemente defensas navales, ahora lo que le urge es un escudo aéreo.
Solo así podrá continuar la ofensiva sin miedo a represalias. Lo que ha disparado la furia de Putin no han sido los avances ucranianos, que en el último mes han logrado recuperar territorio en las regiones prorrusas que Moscú se ha anexionado, sino la voladura del puente de Kerch en Crimea.
La pérdida de la principal vía de avituallamiento para sus tropas ha tenido por respuesta una carnicería que ha sembrado el terror en numerosas ciudades ucranianas, con lluvia de misiles hasta la frontera polaca. Solo el lunes murieron 19 civiles. El vídeo de una adolescente a la que una de estas explosiones sorprendió, teléfono en mano, ha dado la vuelta al mundo para ilustrar un sufrimiento con el que cualquier ciudadano occidental puede identificarse.
De ahí que Estados Unidos y Alemania se hayan apresurado a prometer a Zelenski la ayuda militar que necesita. Así, Berlín anunció este martes que entregará su innovador sistema antiaéreo ‘Iris-T’. Pero el presidente ucraniano quiere más. «Debemos bloquear su sector energético con sanciones, romper la estabilidad de los ingresos del petróleo y comercio de gas», dijo en un comunicado difundido por Telegram.