Nicaragua: sacerdotes deben informar hasta cuando van al supermercado
La abogada de Nicaragua Martha Patricia Molina denunció que los sacerdotes se sienten en un tipo de casa por cárcel porque tienen que informar hasta que van al supermercado y qué van a comprar
03/15/2024. Sacerdotes nicaragüenses siguen sufriendo la brutal persecución que emprende la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica en Nicaragua. La abogada nicaragüense y autora del informe Nicaragua ¿una Iglesia perseguida?, Martha Patricia Molina, denunció que ahora los presbíteros deben pasar un “tipo agenda” de sus actividades religiosas y solicitar permiso a la Policía.
“Los sacerdotes ahora están obligados a enviar a la Policía la agenda de lo que ellos iban a hacer cada día, un día previo, si no son amenazados de muerte o echarlos presos. A uno se le olvidó mandarlo porque estaba enfermo y lo hospitalizaron, y hasta de muerte lo amenazaron”, afirmó Molina a LA PRENSA.
De la misma manera, expresó que continúa vigente el patrón represivo de las visitas que realiza la Policía a diario a la casa cural y parroquias a tomar fotos, videos cuando no hay ningún feligrés.
Molina valoró que es lamentable que la dictadura siga persiguiendo a la Iglesia católica porque “los sacerdotes no son enemigos de nadie, solo hacen su trabajo pastoral, pero lo que yo veo que la señora Murillo quiere someterlos completamente, como no ha podido hacerlo a través de sus palabras quiere someterlos a la fuerza”.
Deben pedir permiso
Sumado a lo anterior, Molina apuntó que también los sacerdotes “tienen que pedir permiso, autorización”. Y citó que por ejemplo, tienen que pedir permiso hasta para ir a visitar enfermos, ir al supermercado, a la gasolinera e ir a reunirse con el cardenal Leopoldo Brenes.
“Por ejemplo, la Policía le piden el nombre, la dirección del enfermo, cuántas horas va a durar en la visita. Hasta para ir al supermercado le preguntan qué van a ir a comprar, hasta si van a reunirse con el cardenal, ellos los autorizan si pueden ir o no”, dijo Molina.
Hay otros sacerdotes, de acuerdo con Molina, que tienen que presentarse cada 15 días hasta Managua, específicamente en la Policía. “Ahí tienen que firmar un documento, donde está el nombre del sacerdote, la hora y el día”, detalló la investigadora.
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Molina dijo que los sacerdotes se sienten en “casa por cárcel, completamente intimidados, acosados, asediados porque no hay libertad de nada (…) me han dicho varios sacerdotes que para ellos no ha terminado la época de los cristales rotos”, en alusión a las palabras que expresó la cogobernante Rosario Murillo al cardenal Brenes.
De hecho, la investigadora aseveró que los obispos de las Diócesis tienen conocimiento de lo que están viviendo los sacerdotes, como consecuencia de la brutal persecución del orteguismo, en el contexto de un sinnúmero de restricciones a la libertad de culto.
Por segundo año consecutivo, la dictadura canceló la tradicional peregrinación al Santuario Nacional Jesús del Rescate, en Popoyuapa, Rivas. Este año, a diferencia del pasado, la Diócesis de Granada no se ha pronunciado.
Martha Patricia Molina es una de las siete personas en el mundo en haber recibido el Premio Internacional de Libertad Religiosa, otorgado por la Oficina Internacional de la Libertad Religiosa del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de laprensani.com