Cuba: el comunismo vive oxigenado con la economía capitalista
La revolución comunista de Cuba atacó a las empresas privadas, ilegalizándolas en gran medida. Hoy proliferan, mientras la economía socialista se desmorona.
04/30/2024. Una moderna tienda de comestibles cuyos estantes están llenos de todo, desde pasta hasta vino, ocupa un lugar en el centro de La Habana que alguna vez estuvo ocupado por una monótona florería estatal, cuyos techos y paredes fueron reparados y repintados.
Una antigua empresa estatal de vidrio en un suburbio de La Habana alberga ahora una sala de exposición para una empresa privada que vende muebles fabricados en Cuba.
Y en el puerto de la capital cubana, carretillas elevadoras descargan cuidadosamente huevos estadounidenses de un contenedor refrigerado.
Los huevos están destinados a un supermercado privado online que, al igual que Amazon Fresh, ofrece entrega a domicilio.
Estas empresas son parte de una explosión de miles de empresas privadas que se han abierto en los últimos años en toda Cuba, un cambio notable en un país donde tales empresas no han sido permitidas y donde Fidel Castro llegó al poder liderando una revolución comunista decidida a eliminar las nociones capitalistas. como la propiedad privada.
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Pero hoy, Cuba se enfrenta a su peor crisis financiera en décadas, impulsada por la ineficiencia y la mala gestión del gobierno y un embargo económico estadounidense de décadas de duración que ha provocado un colapso de la producción nacional, un aumento de la inflación, constantes cortes de energía y escasez de combustible, carne y otros productos. artículos de primera necesidad.
De modo que los líderes comunistas de la isla están dando marcha atrás en el tiempo y abrazando a los empresarios privados, una clase de gente a la que alguna vez vilipendiaron como capitalistas “sucios”.
Aprovechando la flexibilización de las restricciones gubernamentales que otorgan a los cubanos el derecho legal a establecer sus propias empresas, se han abierto aproximadamente 10.200 nuevas empresas privadas desde 2021, creando una economía alternativa dinámica, aunque incipiente, junto con el modelo socialista obstaculizado del país.
“Nunca se le había dado tanto espacio al sector privado para operar en Cuba”, dijo Pavel Vidal, quien estudia la economía cubana y es profesor universitario en Cali, Colombia.
«El gobierno está en quiebra, por lo que no tiene otra opción que invitar a otros actores».
A pesar del crecimiento del sector privado, su contribución general a la economía cubana, si bien está aumentando, sigue siendo modesta y representa alrededor del 15% de la producción interna bruta.
Aún así, la transformación económica es lo suficientemente significativa como para conducir a profundas divisiones en el sistema comunista de la isla a medida que una nueva élite empresarial adquiere riqueza, algo anatema para la ideología revolucionaria de Cuba.
Los cubanos que trabajan para el Estado, incluidos profesionales administrativos, médicos y profesores, ganan el equivalente a aproximadamente 15 dólares al mes en pesos cubanos, mientras que los empleados del sector privado pueden ganar entre cinco y diez veces esa cantidad.
Un salario gubernamental no llega muy lejos en las tiendas privadas que han aparecido, donde una bolsa de papas fritas italianas cuesta 3 dólares, una botella de buen vino italiano 20 dólares e incluso un artículo de primera necesidad como el papel higiénico cuesta 6 dólares por un paquete de 10 rollos.
Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de clarin.com