Según, McFields, hay una orden del ejecutivo brasileño para no asistir a los actos públicos de la dictadura sandinista y mantener distancia para «no ensuciarse compartiendo escenario con el régimen», por lo que la no asistencia al acto del 19 de Julio en Managua, pudo ser el motivo de dicha expulsión.

08/07/2024. Brasil confirmó la expulsión de Nicaragua de su embajador en Managua, Breno de Souza Dias, informó el diario Folha de S. Paulo. La decisión del régimen de expulsarlo fue por no asistir al acto del 19 de julio.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores se dirigió a Nicaragua para aclarar la decisión y, según el funcionario, está a la espera de una declaración definitiva de Managua”, detalló el diario.

Al embajador solo le dieron 15 días para abandonar el país.

Según, el exembajador de Nicaragua en la OEA, Arturo McFields, hay una orden del ejecutivo brasileño para no asistir a los actos públicos de la dictadura sandinista y mantener distancia para «no ensuciarse compartiendo escenario con el régimen».

“Hemos visto que ningún alto funcionario de América Latina ha participado del (actos de aniversario de los) 19 de julio o en cualquier tipo de eventos”, comentó el exdiplomático nicaragüense a 100% Noticias.

Recordó que la amistad entre Ortega y Lula da Silva es casi de 40 años, sobre todo cuando el mandatario brasileño era un sindicalista, y este llegó a Nicaragua, donde conoció a Fidel Castro, y años más tarde, gracias a ese encuentro, Castro y Lula formaron el Foro de Sao Paulo.

“La dictadura (sandinista) está molesta porque no ha habido ese respaldo visible de la izquierda latinoamericana y esa soledad le molesta al régimen y por eso tomó esta medida”, explicó el exfuncionario nicaragüense. 

En agosto de 2022, da Souza presentó sus credenciales ante el canciller sandinista Denis Moncada Colindres, quien le dio el beneplácito como embajador acreditado en Nicaragua. 

Las fricciones entre Daniel Ortega y Lula da Silva, se atizaron luego que el Papa Francisco, en junio de 2023, le pidió al mandatario abogar ante Ortega para la liberación del obispo nicaragüense, Rolando Álvarez, quien estaba detenido y a inicios de este año fue desterrado junto a 18 religiosos nicaragüenses. 

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También, Lula, reveló la semana pasada que Daniel Ortega, tras tratar de abogar por el obispo Álvarez, no le levanta el teléfono. 

«Conversé con el papa y él me pidió que conversara con Ortega sobre un obispo que estaba preso», dijo Lula en una entrevista con corresponsales extranjeros, en relación al religioso Rolando Álvarez, encarcelado por su oposición al Gobierno nicaragüense.

«Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él», agregó.

Ante esta situación, el mandatario sudamericano, lamentó ante periodistas extranjeros, no poderse comunicar con su homólogo nicaragüense, añadiendo que “un tipo que hizo una revolución como la que Ortega hizo para derrotar a (Anastasio) Somoza, actualmente no sé si es revolución porque quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo”. 

El conflicto se agrava con la situación político electoral en Venezuela, en la que Lula ha tenido un papel de mediador y ha instado a Nicolás Maduro a trasparentar las actas de votación con la publicación de las mismas, pero Maduro no lo ha hecho. 

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