Con información de El Heraldo

Lo bueno

Para Carlos Arias, experto en comunicación política, “lo positivo es que es un gobierno que ha logrado jalonar reformas que en otros gobiernos fueron bastante difíciles, porque han capitalizado un saldo en la opinión que obtuvo en las urnas, y por ejemplo en un gobierno de 100 días haber pasado la reforma tributaria, con todo lo que ello implica, es un hecho positivo a pesar de que en sí misma la reforma tiene varios cuestionamientos”. 

Así mismo, destaca el catedrático de la Universidad Externado, “que un gobierno haya logrado también pasar el proyecto de la paz total en poco tiempo eso muestra gestión y una aplanadora en el Congreso que ha venido negociando muchas cosas que espero que tengan vigilancia y control”.

A su vez, la politóloga y abogada Patricia Muñoz Yi comenta: “Sobre lo político hay que decir que el presidente logró en estos primeros días formar una coalición de gobierno que le ha permitido sacar adelante algunas iniciativas importantes, no obstante esta coalición no ha estado exenta de procesos de negociación y de chantaje por parte de las fuerzas políticas, que siguen reclamando participación burocrática, espacios institucionales a cambio del apoyo que le brindan al Gobierno para votar favorablemente las iniciativas que desea sacar adelante”. 

Aquí resalta la directora de Posgrados de Ciencia Política de la Universidad Javeriana que “hay que tomar como un acierto el nivel de coherencia de las iniciativas que viene impulsando, como la reforma tributaria, que aun cuando fue objeto de acuerdos y negociaciones, le va a representar unos recursos importantes para el tema de inversión social. También logró aprobar el Acuerdo de Escazú, que había tenido un paso difícil en el Congreso (…). Y la paz total, que era una iniciativa que había puesto entre sus prioridades”. 

Entre tanto, Andrés Macías, Ph. D. en estudios de paz y conflicto, considera que en temas de seguridad “la reforma al Esmad hacía parte de los compromisos de campaña de Petro y logró hacerla rápidamente, cambiando al menos el nombre, de pronto un cambio más estético y de imagen por ahora, que en el discurso busca priorizar el diálogo sobre la intervención física, y vamos a ver si se mejora la imagen de la Policía ante la ciudadanía y si logra mantener el orden público en medio de las manifestaciones y protestas cuando haya casos de vandalismo”.

Igualmente, subraya el investigador de la Universidad Externado que “se ha volcado gran parte de la fortaleza política a lograr establecer espacios de diálogo con grupos armados ilegales: algo muy controvertido porque dentro de esos grupos está el Eln, uno de los pocos grupos insurgentes que quedan, pero también se ha metido en esa bolsa a otros grupos como el Clan del Golfo y otros asociados a las extintas Farc, (…) y se ha generado esa controversia en torno a cómo lograr negociar con grupos delincuenciales para que prevalezca la justicia”.

Lo malo

Advierte Arias que Petro “ha dado muchos palos de ciego que han generado mucha incertidumbre porque ha nombrado en cargos importantes a personas sin ningún tipo de conocimiento o experticia, por ejemplo la ministra de Minas, que no ha hecho sino contribuir con sus declaraciones a generar incertidumbre y que haya errores de comunicación al interior del Gobierno. Y en los ministerios de Salud y de Trabajo se hicieron nombramientos más por cercanía ideológica, en Transporte por el Partido Conservador y en el ICBF por cercanía con la primera dama”.

Lo contrario, agrega, “al ministro de Hacienda, que ha sido un faro de luz y de tranquilidad para muchos factores”.

Critica así mismo el analista político que “la aplanadora no ha permitido que el Gobierno vincule a la oposición en el ejercicio del Plan Nacional de Desarrollo, porque aunque ganaron gobiernan para todos los colombianos y a pesar de que no hay líderes claros en la oposición, se evidencia que el Gobierno ha dejado por fuera al país que no comparte su ideología”.

Coincide Muñoz en que “en cuanto a la conformación de su gabinete hay muchos aciertos, ministros que han sido bien recibidos por su trayectoria, experiencia, conocimiento y vínculos de confianza que gozan a nivel de distintos actores sociales y políticos en el pais, es el caso de Hacienda, Agricultura y Educación; hay otros que llegan a los ministerios más por el trabajo cercano con el presidente y que han venido construyendo estas relaciones con los distintos sectores y un tercer grupo con menos experiencia y que están tratando de reducir al máximo esta curva de aprendizaje para poder establecer una interlocución de calidad”.

Esto, explica, obedece a “las dificultades normales que tiene un gobierno de izquierda que venía de hacer oposición durante varios periodos y que tiene en sus equipos menos personas con experiencia probada en estos espacios”.

Cuestiona Macías que la idea de reformar a la Policía para sacarla del Ministerio de Defensa “sigue en la agenda pública, pero se le ha quitado el acelerador”. Indica que hay expectativa “para ver cómo se van a hacer los ascensos y la igualdad dentro de la misma fuerza”; sobre “cómo se va a abordar el tema de las drogas, entendiendo que los cultivos se han aumentado” y por la “paz total, que no deja de ser un concepto bastante difuso, y que hay que ver cómo lo va a operacionalizar, aunque llevamos 100 días y no es fácil ese cambio”.