Experto naval desmenuza la estrategia de EE.UU. y la realidad venezolana

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En medio de una creciente tensión regional, la presencia de buques destructores estadounidenses cerca de las costas venezolanas y en el mar Caribe ha generado diversas interpretaciones sobre sus verdaderas implicaciones. Para arrojar luz sobre esta compleja situación, el capitán de fragata en retiro, Jorge Ortiz, ofreció un profundo análisis en una entrevista exclusiva para «Diario Gestión», desglosando la estrategia naval de Washington y la limitada capacidad de respuesta de Caracas.

08/24/2025. El capitán Ortiz enfatiza que el despliegue de estos buques destructores, armados con misiles, no es una acción aislada ni novedosa en la geopolítica mundial, sino una clara manifestación de proyección de poder. Históricamente, naciones como Gran Bretaña, España y Portugal han utilizado la presencia de fuerzas navales para enviar mensajes significativos. «La sola presencia de una fuerza naval envía un mensaje significativo diciendo ‘Mira, tengo la capacidad de proyectar mi poder'», afirmó Ortiz.

Los detalles sobre estos navíos son contundentes:

  • Armamento Principal: Están equipados con misiles de lanzamiento vertical.
  • Capacidades Multiroles: Estos misiles pueden desempeñar diversas funciones con gran precisión, incluyendo:
    • Defensa aérea.
    • Ataque contra otros buques.
    • Ataque a objetivos en tierra.
  • Alcance y Ubicación Estratégica: Aunque los buques operen en aguas internacionales, incluso a 200 millas de la costa venezolana, Ortiz subraya que esta distancia es «mínima» para efectuar un ataque, pudiendo ser cubierta en cuestión de minutos.
  • Capacidades Adicionales (en buques de tarea anfibia): Aunque no corresponden a los destructores, Ortiz mencionó que una fuerza naval más amplia puede incluir buques con aviones de despegue vertical, diversos tipos de helicópteros y la capacidad de desembarcar tropas. Sin embargo, esta última opción se considera altamente improbable, ya que constituiría una «señal de guerra» para América Latina.

El objetivo principal de este despliegue, según el experto, es transmitir una señal inequívoca: Estados Unidos tiene la capacidad de actuar si lo considera necesario.

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La naturaleza quirúrgica de una eventual intervención

Jorge Ortiz fue enfático al señalar que, en caso de una hipotética intervención de fuerza, esta sería de naturaleza «quirúrgica» y altamente precisa. El objetivo no sería una confrontación a gran escala con la población, sino una acción directa contra los líderes. «Si eventualmente se emplease la fuerza, esto va a estar dirigido puntualmente de manera muy precisa a la cabeza», explicó.

Esta estrategia se basa en precedentes históricos:

  • Panamá y Granada: Intervenciones donde la intención fue ser lo más preciso posible con respecto a los jefes de gobierno.
  • Guerra de Irak: Ortiz recordó que no fue una guerra contra el país, sino contra «Hussein».

En este contexto, el objetivo claro de una operación de fuerza en Venezuela sería Nicolás Maduro.

La frágil respuesta de Venezuela: limitaciones y simbolismo

La respuesta del gobierno venezolano ante la presencia naval estadounidense ha incluido la activación de milicianos y la prohibición del uso de drones. Sin embargo, el capitán Ortiz evaluó estas medidas con escepticismo, resaltando la marcada asimetría de capacidades entre ambas naciones.

  • Activación de Milicianos: Para Ortiz, esta medida «no tiene ningún sentido» en el contexto de una posible acción militar moderna y precisa. Aunque pueda servir como un mensaje interno de «cohesión y fuerza», su efectividad ante un ataque quirúrgico es nula, ya que «se desvanece» frente a una acción directa contra la cúpula.
  • Prohibición de Drones: Esta medida también es vista con gran dificultad para ser efectiva. Ortiz explica que la guerra actual se ha «tecnificado de tal manera que hoy en día podemos pues hacer cosas desde distancias enormes sin necesidad ni siquiera de exponer a la gente». Además, mientras los drones vuelan a alturas limitadas (ej. 10 km), los satélites operan mucho más allá, minimizando el impacto de dicha prohibición.

En resumen, el experto concluye que, si bien Venezuela está «haciendo lo que tiene que hacer» al intentar defender su territorio, sus capacidades son «bastante limitadas con relación a un eventual choque con Estados Unidos». La era de la guerra moderna permite acciones a distancia con gran precisión, un factor que deja las respuestas venezolanas en una posición de desventaja estratégica.

Redacción Albitrio Fabrepe sobre entrevista en diariogestion youtube

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