La tensión entre Estados Unidos y Venezuela podría alcanzar un punto crítico en las próximas semanas. Altos mandos militares estadounidenses según el medio NBC están elaborando activamente planes para ejecutar operaciones militares directamente en territorio venezolano. El objetivo principal serían presuntos narcotraficantes, sus líderes y la infraestructura que utilizan para procesar drogas ilícitas.

09/26/2025. Según información revelada por cuatro fuentes con conocimiento directo de los preparativos a NBC, incluyendo dos funcionarios del gobierno de EE.UU. involucrados en la planificación, las opciones sobre la mesa incluyen el uso de drones para realizar ataques selectivos contra líderes de organizaciones criminales y laboratorios de drogas. Aunque estos planes podrían concretarse en un futuro cercano, el presidente Donald Trump aún no ha dado la aprobación final a ninguna acción específica.
La Casa Blanca justifica esta posible escalada militar argumentando que el gobierno de Nicolás Maduro no ha tomado medidas suficientes para frenar el flujo de drogas que parte desde su país. En una declaración remitida a NBC News, la administración Trump fue contundente: «Veremos qué pasa. Venezuela nos está enviando a sus pandilleros, sus narcotraficantes y sus drogas. Es inaceptable». Por su parte, el presidente Trump, al ser consultado sobre posibles ataques, se limitó a decir: «bueno, ya lo descubrirán».
Esta estrategia representa una intensificación significativa de la ofensiva militar estadounidense en la región. En semanas recientes, las fuerzas armadas de EE.UU. ya han atacado al menos tres embarcaciones que, según afirman, partieron de Venezuela transportando drogas y traficantes. Sin embargo, el gobierno estadounidense no ha presentado pruebas concluyentes de que todos los navíos contenían sustancias ilícitas.
La situación ha generado una fuerte reacción en Venezuela. El gobierno de Nicolás Maduro considera que el despliegue militar estadounidense en el Caribe es una maniobra de presión para derrocar al chavismo. Además, Maduro ha indicado que su país está en conversaciones con los Países Bajos para renovar la cooperación en seguridad en el mar Caribe, asegurando que las «puertas están abiertas» para cualquier nación que desee colaborar por la paz en la región.

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Mientras tanto, dentro de la administración Trump existen voces de disconformidad. Algunos funcionarios están decepcionados por la falta de resultados visibles de la ofensiva actual, la cual no ha logrado debilitar el poder de Maduro ni ha provocado una reacción contundente de su régimen. Además, la resistencia encontrada al atacar embarcaciones vinculadas al narcotráfico ha obligado a la Casa Blanca a reconsiderar sus próximos pasos.
En el orden diplomático, se han iniciado conversaciones secretas entre ambos países, con líderes de Medio Oriente actuando como intermediarios. Un alto funcionario estadounidense reveló que, a través de estos canales, Maduro habría explorado posibles concesiones para mantenerse en el poder, añadiendo una capa de complejidad a un escenario ya de por sí volátil.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
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