Machado defiende la escalada militar de EE.UU. como unica vía para derrotar al «narcoterrorismo» después de 17 intentos de diálogo

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María Corina Machado, líder de la oposición venezolana y reciente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, ha calificado la creciente presión militar de Estados Unidos en el Caribe como «indispensable» y la única forma de forzar la salida del régimen de Nicolás Maduro.

11/04/2025. En una extensa entrevista para para The Mishal Husain Show, Machado comparte sus opiniones sobre los recientes ataques con barcos en EE. UU., el destino de Nicolás Maduro y la necesidad de fortaleza para asegurar la paz. Expuso su visión de la transición, justificó los ataques militares estadounidenses contra embarcaciones en la región, y abordó directamente las preocupaciones sobre cómo su plan económico de privatización evitaría la creación de una nueva oligarquía en el país más pobre de América.

La lucha oculta y el alto costo de la represión

Machado comenzó la entrevista agradeciendo el Nobel, señalando que es un reconocimiento a una lucha «muy larga, dolorosa y represiva» de una sociedad que anhela la paz y la libertad. Reveló que, tras ganar las elecciones presidenciales por «una victoria aplastante» bajo condiciones «extremas e injustas» el año pasado, el régimen de Maduro desató la peor campaña de represión en la historia venezolana.

Acusada de terrorismo por Maduro, Machado lleva casi 15 meses en «aislamiento absoluto» y escondida, consciente de que si la encuentran, al menos, la harán desaparecer. Sin embargo, cree que el Premio Nobel ofrece una mayor protección, no solo para ella, sino también para sus colegas, al aumentar la atención mundial sobre la lucha y elevar el costo de la represión para el régimen. Machado afirmó que «el tiempo de la impunidad ha terminado» y que los esfuerzos absurdos del régimen, como intentar despojarla de su ciudadanía, solo demuestran su desesperación y debilidad.

Un conflicto transnacional y la justificación de la fuerza

La líder opositora insistió en que Venezuela ha sido convertida en un «refugio seguro» para redes criminales internacionales, incluyendo carteles de drogas, guerrillas colombianas, traficantes de oro, y redes de tráfico de armas y trata de personas. También denunció la libre operación de agentes rusos, iraníes, Hezbolá y Hamas en territorio venezolano.

Machado rechazó que Maduro sea un dictador convencional, sino más bien el jefe de una «estructura narcoterrorista» y del Cartel de los Soles.

Al ser consultada sobre las muertes resultantes de los ataques militares de EE.UU. contra embarcaciones en el Caribe, catalogadas como objetivos de carteles de drogas, Machado sostuvo que los ataques están justificados ya que es necesario «cortar las fuentes» de las actividades criminales que financian la represión. Argumentó que estas muertes son responsabilidad de Nicolás Maduro, quien está consciente de las consecuencias y debería detener dichas actividades.

Machado declaró que aunque la oposición no desea la guerra, fue Maduro quien la inició. La líder defiende los derechos de todos, incluyendo el debido proceso, pero enfatizó que la comunidad internacional debe entender que se trata de una «guerra muy cruel» y que el proceso en curso tiene como objetivo «salvar millones de vidas».

El plan económico frente a la pobreza extrema

Ante la pregunta sobre el riesgo de que un programa de privatización rápida, en un país donde el 86% de la población vive en la pobreza, pudiera dejar atrás a los más vulnerables o crear una oligarquía, Machado enfatizó que la base de su movimiento son precisamente los sectores más humildes y vulnerables de la sociedad.

Machado explicó que el socialismo chavista buscaba que la gente fuera «igualmente pobre, igualmente dependiente del régimen» y sin educación. Su mandato se basa en el deseo más profundo del pueblo venezolano: que sus hijos, quienes se vieron forzados a huir para sobrevivir, regresen a casa.

Para garantizar oportunidades para todos, la líder propuso un programa de «estabilización y expansión,» no de austeridad. La prioridad será invertir en educación, salud y oportunidades sociales, además de atraer grandes inversiones que creen empleo. Su propuesta, que la llevó a ganar las primarias con el 93% de los votos, incluye defender la propiedad privada y asegurar «no dejar a ningún niño atrás».

Durante la transición, el plan requiere «poner orden» en la «caja negra» de la economía venezolana y abrir los mercados. Asimismo, se necesitará una fuerte inversión inicial en infraestructura y servicios públicos básicos (salud, agua, electricidad) y la implementación de planes de emergencia con transferencias directas de dinero a los sectores más vulnerables mientras la economía se recupera.

Legitimidad y confianza en la transición

Machado recalcó que la oposición agotó todas las vías institucionales: han pasado por 35 elecciones amañadas, 17 episodios de diálogo (que Maduro siempre violó) y miles de protestas pacíficas que fueron reprimidas.

Respecto a la transición, Machado aclaró que la meta no es el «cambio de régimen» convencional, sino hacer cumplir la voluntad popular. El presidente legítimo electo de Venezuela es Edmundo González Urrutia, quien obtuvo el 70% de los votos en julio de 2024, resultado que han podido demostrar.

Aunque no quiso detallar sus conversaciones con funcionarios estadounidenses, insistió en que el aumento de la presión internacional y la alineación con EE.UU. es vital, dado que el conflicto venezolano es transnacional. Ella ve esta situación como la «última oportunidad» para que Maduro y sus pocos aliados (militares de alto rango y facilitadores financieros) faciliten una «transición pacífica y ordenada».

A pesar de los 27 años desde el inicio del chavismo y las recurrentes decepciones, Machado se mantiene confiada. Ella atribuye su seguridad a varios factores: los aliados internacionales finalmente comprenden la naturaleza urgente del conflicto; tienen la legitimidad por haber ganado la elección; el régimen está más débil que nunca, con facciones internas y traiciones en aumento; y, sobre todo, el pueblo venezolano ha decidido ser libre y llegar hasta el final. De hecho, afirmó que más del 80% de los militares y policías se sumarán a la transición ordenada apenas comience.

Finalmente, Machado reiteró que su obsesión no es ser presidenta, sino liberar el país. La transición no solo detendrá el sufrimiento de millones, sino que transformará a Venezuela del «centro criminal de las Américas» a un gran aliado de las democracias occidentales, un escudo de seguridad y un polo energético y tecnológico clave en la región.

Redacción Albitrio Fabrepe para DHH sobre entrevista de Mishal Husain Show.

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