La crisis sanitaria en Cuba se intensifica con una epidemia que avanza sin freno. El Ministerio de Salud Pública confirmó que el país acumula 40,174 contagios de chikunguña, una cifra que se disparó en noviembre y que refleja la magnitud del brote. Solo en la última semana se notificaron 5,717 nuevos casos, mientras que en la jornada más reciente se sumaron 574 infectados adicionales.

12/04/2025. A la par, se reportaron 4,102 pacientes con fiebre alta sin diagnóstico confirmado, lo que eleva a 36,667 el número de personas bajo observación. La situación se complica aún más por la circulación simultánea del dengue, que mantiene una tasa de incidencia de 7,69 casos por cada 100,000 habitantes, equivalente a unos 745 enfermos activos.
El impacto humano es alarmante: 33 muertes han sido atribuidas a ambos virus, de las cuales 21 corresponden a menores de edad. Además, 78 pacientes permanecen graves y 13 en estado crítico, predominando también los más jóvenes.
Las autoridades reconocen que las cifras oficiales son un subregistro, pues muchos enfermos evitan acudir a los hospitales ante la escasez de medicamentos. La falta de recursos para fumigación masiva, pruebas diagnósticas y atención médica ha convertido a la isla en terreno fértil para la propagación de estas arbovirosis.
El gobierno admitió la epidemia recién el 12 de noviembre, pese a que los primeros casos se detectaron en julio y el repunte se produjo en septiembre y octubre. Hoy, la situación se describe como “complicada” y con una evolución desfavorable en las próximas semanas.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
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