Estados Unidos y Paraguay han sellado un pacto de seguridad de largo aliento, reforzando sus vínculos estratégicos mediante la firma del Acuerdo sobre el Estatuto de Fuerzas (SOFA). Este documento fundamental establece las directrices para una cooperación de seguridad expansiva y, de manera crucial, regula la presencia de personal militar y civil estadounidense en suelo paraguayo.
12/17/2025. A pesar de que el acuerdo SOFA permite la presencia de soldados y personal civil que puede trabajar para el Departamento de Guerra—incluso bajo mecanismos de contratos—el encargado de negocios de la embajada estadounidense en Asunción, Rob Alter, fue enfático al aclarar que no se contempla la instalación de bases militares de operaciones permanentes en el país sudamericano.
La alianza blindada tiene propósitos de cooperación muy específicos. Según el Departamento de Estado de EE.UU., el SOFA está diseñado para facilitar el entrenamiento bilateral y multinacional, la asistencia humanitaria, la respuesta a desastres y otros intereses de seguridad compartidos. El personal estadounidense también contribuirá directamente a la «capacitación» de los militares paraguayos y estará disponible para realizar «ejercicios conjuntos».
El Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, enfatizó que la rúbrica de este acuerdo abre las puertas para promover «la seguridad y la estabilidad» en todo el hemisferio occidental. El foco principal de esta cooperación está en la lucha contra «flagelos» compartidos, identificando el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado como las amenazas más graves. Rubio destacó que el problema más serio en el hemisferio reside en organizaciones terroristas transnacionales que, aunque a menudo operan por motivos financieros y económicos, amenazan la estabilidad y seguridad regional. Por ello, se augura una colaboración militar directa para combatir el crimen organizado y el narcotráfico, amenazas primarias a la seguridad nacional de Paraguay.
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Una característica distintiva de este pacto es su longevidad: el diplomático Alter adelantó que el acuerdo SOFA no tiene un plazo de vencimiento, aunque sus condiciones están sujetas a posibles variaciones con el transcurso del tiempo. Tanto Rubio como el canciller paraguayo, Rubén Ramírez, aseguraron que el pacto fortalece «una asociación de larga duración» con la meta de dotar a la región de «mayor estabilidad y prosperidad». Cabe mencionar que EE.UU. firmó un acuerdo SOFA similar con Ecuador en 2023.
Se espera que el texto íntegro del documento sea hecho público una vez que pase por el Congreso paraguayo.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH sobre lectura de agencias.
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