Tras más de un cuarto de siglo de negociaciones, el histórico tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) atraviesa una fase crítica marcada por la postergación y la expectativa geopolítica. Aunque inicialmente se esperaba la firma para el pasado 20 de diciembre en Foz de Iguazú, la falta de consenso interno en el bloque europeo —liderado por las reticencias de Francia e Italia sobre la protección agrícola— impidió el cierre. No obstante, las autoridades de la Comisión Europea han señalado ahora el 12 de enero como la nueva fecha tentativa para completar la rúbrica.

12/21/2025. Esta nueva meta temporal surge tras un compromiso por escrito de Ursula von der Leyen y António Costa, quienes expresaron su firme determinación de proceder a la firma del Acuerdo Comercial Interino a principios de enero. A pesar de la «desilusión» manifestada por mandatarios como el uruguayo Yamandú Orsi, el optimismo reside en las gestiones de último momento, como el diálogo entre Lula da Silva y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien aseguró que Italia podría sumarse al acuerdo si se concede un breve margen adicional de tiempo para gestionar las presiones de sus agricultores. De concretarse, el tratado crearía un mercado de 780 millones de consumidores, eliminando aranceles en sectores clave y ofreciendo una alternativa estratégica frente a las tensiones comerciales globales.
Venezuela: El epicentro de las divergencias ideológicas en el bloque
La reciente cumbre en Brasil no solo estuvo marcada por la agenda comercial, sino que también dejó al descubierto las profundas grietas políticas respecto a la crisis en Venezuela. Mientras el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió que una intervención armada en dicho país representaría una «catástrofe humanitaria» y un «peligro precedente», defendiendo a Sudamérica como una zona de paz, su homólogo argentino, Javier Milei, adoptó una postura diametralmente opuesta.
Milei instó abiertamente a los socios del Mercosur a secundar la presión militar de Estados Unidos y Donald Trump para «liberar al pueblo venezolano», calificando al gobierno de Nicolás Maduro como un «experimento autoritario». Esta polarización impidió una declaración conjunta de todo el bloque; en su lugar, Argentina, Paraguay, Bolivia y Panamá emitieron un comunicado instando al restablecimiento del orden democrático por medios pacíficos. Por su parte, Uruguay optó por no firmar dicha declaración específica, argumentando que la situación debe analizarse en su «dimensión completa» y advirtiendo sobre los riesgos de inestabilidad que podrían afectar la soberanía regional.

Puedes leer: Panorama geopolítico de 2026: la doctrina «Donroe», el reajuste global y la privatización de la paz –
Más allá de «vacas por autos»: El análisis estratégico de Esteban Actis
En un reciente artículo de opinión, el experto Esteban Actis propone una lectura que trasciende el paradigma tradicional del intercambio de bienes primarios por manufacturas. Actis sostiene que, si bien la narrativa común describe el pacto como un canje de “vacas por autos”, la realidad del texto evidencia una dinámica mucho más compleja y estratégica centrada en las cadenas de suministros y las buenas prácticas comerciales.
Según Actis, la verdadera ganancia para la Unión Europea reside en asegurar acceso preferencial a recursos naturales críticos como el litio, el cobre y las tierras raras, esenciales para su autonomía frente a potencias como China, Rusia y Estados Unidos. Para el Mercosur, el beneficio no es solo comercial, sino institucional: el acuerdo funciona como una «máscara de oxígeno» que obliga al bloque a adoptar estándares de «OMC plus» en temas de propiedad intelectual, medio ambiente y facilitación aduanera. Esto, según el autor, mejorará la competitividad sistémica del sector privado sudamericano, otorgándole la «musculatura» necesaria para negociar con otros mercados globales, como los asiáticos.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
Más historias
Panorama geopolítico de 2026: la doctrina «Donroe», el reajuste global y la privatización de la paz
UNICEF: el infierno esta en la tierra para uno de cada diez niños; 14,1 millones en la mira de la crisis en américa latina
Acuerdo UE-Mercosur: 722 millones de habitantes en un nuevo mercado que Francia considera desventajoso