De «Papi» a Presidente: Honduras sella su futuro político con muchas tensiones

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En una Navidad que quedará marcada en los libros de historia de Honduras, el panorama político del país alcanzó una definición trascendental. El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó oficialmente a Nasry “Tito” Asfura, el carismático exalcalde conocido popularmente como “Papi a la orden”, como el presidente electo para el período 2026-2030.

12/26/02025. Esta declaratoria no solo cierra un ciclo electoral intenso, sino que posiciona a Asfura como el sucesor de Xiomara Castro tras un escrutinio que mantuvo al país en vilo.

Un triunfo forjado en las urnas y sellado en la virtualidad

La resolución, aprobada por unanimidad en una sesión virtual, contó con los votos de las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López, junto al suplente Carlos Enrique Cardona, ante la ausencia del representante del partido Libre, Marlon Ochoa. Con el 97.86 % de las actas escrutadas, el CNE confirmó que Asfura, bajo la bandera del Partido Nacional, obtuvo el 40.26 % de los votos, superando por un margen de apenas 27,026 sufragios a Salvador Nasralla del Partido Liberal, quien alcanzó el 39.54 %.

El respaldo de las potencias y el tablero internacional

El ascenso de Asfura ha sido saludado con un notable respaldo internacional. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, sostuvo una llamada telefónica con el presidente electo para felicitarlo y expresar su intención de ampliar los lazos económicos y fortalecer la seguridad regional. Este acercamiento consolida el apoyo que el presidente Donald Trump manifestó desde la campaña, cuando instó directamente a los hondureños a votar por «Tito».

A nivel regional, líderes como el chileno José Antonio Kast y gobiernos de Argentina, Panamá y Paraguay también han reconocido su victoria. Incluso China, a pesar de que Asfura sugirió en campaña retomar relaciones con Taiwán, manifestó su respeto por la decisión soberana del pueblo hondureño y su disposición a colaborar bajo el principio de «una sola China».

Una victoria bajo la sombra del disenso

A pesar de la proclamación institucional, el país no goza de una calma absoluta. Salvador Nasralla ha rechazado los resultados, alegando que el sistema no está diseñado para líderes honestos y asegurando que continuará su lucha por la vía legal. Por su parte, Rixi Moncada, candidata de Libre, calificó el proceso como un «fraude» y una «imposición extranjera», denunciando supuestas trampas en el sistema de transmisión de resultados. El Partido Nacional, en respuesta, ha denunciado una «crisis fabricada» por la oposición para desconocer la voluntad popular.

La hoja de ruta: Promesas reales y retos urgentes

Analistas políticos advierten que el verdadero desafío de Asfura comenzará el 27 de enero de 2026. Entre sus prioridades deberán estar:

  • Gobernabilidad y unidad: Pasar de un discurso de campaña a una gestión que genere confianza en una sociedad civil vigilante.
  • Crisis energética y salud: Rescatar la ENEE, cuya deuda asciende a 111,000 millones de lempiras, y fortalecer el IHSS.
  • Reformas institucionales: Evaluar la derogación del estado de excepción y proponer reformas electorales, como la segunda vuelta, para evitar futuros conflictos de legitimidad.

Asfura ha respondido a este escenario con un llamado a la reconciliación nacional, asegurando en sus redes sociales: “Honduras: estoy preparado para gobernar. No te voy a fallar”.

Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.

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