Honduras ha definido su rumbo para el próximo cuatrienio. Este martes 30 de diciembre, el Consejo Nacional Electoral (CNE) puso punto final al proceso iniciado el pasado 30 de noviembre al emitir la declaratoria oficial que unge a Nasry «Tito» Asfura como el próximo presidente de la República para el período 2026-2030.
12/30/2025.
El veredicto de los votos
Bajo la mirada de la consejera presidenta, Ana Paola Hall, y el pleno del CNE, se ratificó que la fórmula del Partido Nacional conquistó la victoria con 1,479,822 sufragios, lo que representa el 40.26 % de la voluntad popular. Junto a Asfura, se oficializó a María Antonieta Mejía, Carlos Alberto Flores Guifarro y Diana Herrera Portillo como los designados que integrarán el Poder Ejecutivo.
Sin embargo, el nuevo mandatario deberá gobernar en un escenario legislativo fragmentado. El Congreso Nacional quedará integrado de la siguiente manera:
- Partido Nacional: 49 diputados.
- Partido Liberal: 41 diputados.
- Partido Libre: 35 diputados.
- Pinu y DC: 2 y 1 diputados respectivamente.
A nivel municipal, la hegemonía nacionalista es más evidente, controlando 151 de las 298 alcaldías, frente a 76 del Partido Liberal y 69 de Libre.
Las Fuerzas Armadas: Silencio estratégico y respeto constitucional
En paralelo a la efervescencia electoral, las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) enviaron un mensaje de estabilidad institucional. En una reunión clave sostenida el mismo 30 de diciembre entre la Junta de Comandantes y el presidente del Congreso Nacional, Luis Rolando Redondo Guifarro, se tomó una decisión inédita para garantizar la transparencia del proceso.
Para evitar cualquier distracción o suspicacia durante la declaratoria del CNE, el presidente del Legislativo notificó a los oficiales la decisión de no programar en la agenda parlamentaria los ascensos militares de los miembros propuestos al grado de General de Brigada. Con este gesto, la institución castrense reafirmó su carácter obediente, profesional y no deliberante, garantizando al pueblo hondureño un «respeto irrestricto a la voluntad popular» y el cumplimiento estricto de la Constitución.
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Con esta resolución, el país cierra formalmente el capítulo electoral y abre las puertas a una etapa de transición gubernamental, donde el equilibrio entre el nuevo Ejecutivo, un Congreso dividido y unas Fuerzas Armadas alineadas con la ley será fundamental para la democracia hondureña.
Redacción Elena Calzadilla para DHH.
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