
Gustavo Petro le ha pedido oficialmente a Nicolás Maduro que sea garante, en cuestión de días. Los presidentes de Colombia y Venezuela hablaron por teléfono hace poco y acordaron mantener lo antes posible una reunión en Caracas para planear la hoja de ruta de las conversaciones.
La guerrilla colombiana tiene presencia en la frontera, sobre todo de lado venezolano, y sus mandos mantienen una relación fluida con la cúpula chavista. Colombia, en un principio, no quería involucrar a Venezuela en las conversaciones de paz, pero al restablecer las relaciones diplomáticas llegó a la conclusión de que sin el visto bueno de Maduro iba a ser imposible avanzar. El nuevo embajador en Caracas, Armando Benedetti, habló de su deseo de no elenizar las conversaciones entre los países. Eso no va a ser posible.
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