Este martes comienza en Nicaragua el proceso juridico a la familia franco nicaragüense de un opositor. Un fallo favorable nadie lo cree posible.

Redacción libre dehablahispana.com de una información de dw.com

Según familiares y defensores de los derechos humanos en Nicaragua, Jeaninne Horvilleur, de 63 años, y Ana Carolina lvarez Horvilleur, de 43, junto con su cónyuge nicaragüense Félix Roiz, se encuentran entre los más de 240 presos políticos en espera de juicio por cargos ficticios.

Los defensores de los derechos humanos han criticado las detenciones por ser ilegales e inconstitucionales, ya que se produjeron el 13 de septiembre del año pasado durante una operación policial que tuvo lugar de noche y no estaba autorizada por la ley. Ese día, Álvarez Zamora cruzó la frontera con Costa Rica y las fuerzas de seguridad le estaban dando caza.

Álvarez Zamora se considera un adversario discreto, benévolo y amistoso. Según dijo en una entrevista a DW, «mi responsabilidad siempre fue apoyar a las familias de las personas que habían sido asesinadas y a las que están encarceladas como consecuencia de las protestas de 2018», en alusión al levantamiento popular que doblegó al régimen de Ortega hace casi cinco años.

«Mi trabajo como opositor se centró sobre todo en el elemento humanitario, en dar apoyo emocional y ayuda material con lo poco que podíamos recibir, porque en Nicaragua nadie quiere correr esos riesgos porque ya hay mucho miedo», alega.

Puedes leer: En Nicaragua emigro el 5 por ciento en el 2022

Álvarez Zamora es incapaz, por tanto, de entender la brutalidad con la que el gobierno de su nación ha tratado a su familia.

El caso de la familia Álvarez Horvilleur ha sido seguido por la embajada francesa en Managua, aunque poco se sabe de él. Javier Álvarez señala que «todas estas cuestiones de orden diplomático son gestionadas con extremo celo por cada una de las administraciones». Sólo puedo decir que Francia se preocupa por la situación de sus ciudadanos.

El acusado cuenta los días y las horas que faltan para el juicio de este martes por la mañana mientras está sumido en la agonía y la incertidumbre. Como marido, padre y suegro, argumenta: «Hay muy poco optimismo por nuestra parte en que este juicio sea justo, pero eso no me impide pedir y exigir un juicio justo y que sean declarados inocentes.»

Una sentencia de no culpabilidad en el caso de la familia lvarez Horvilluer sólo sería concebible, según el abogado nicaragüense Gonzalo Carrión, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, si hubiera «una opción política para hacerlo».

El sistema legal, los jueces y los defensores públicos que figuran en esta infamia no son independientes en Nicaragua, según Carrión, quien dijo a DW que el país está en un «ambiente de represión».

Se refiere a Ortega y su esposa, diciendo: «Ellos son parte de ese aparato opresor que funciona como un muro judicial, y como se trata de presos políticos, la voluntad emana de la cúpula del poder que se ejerce tiránicamente, Todo se entrega con órdenes de arriba.»