La noche del martes, un trágico incidente sacudió al municipio de Sutatausa, en el centro de Colombia. Según informó el gobernador del departamento de Cundinamarca, Nicolás García, una explosión en un túnel de minas de carbón dejó al menos once personas muertas y otras diez atrapadas a 900 metros de profundidad.

De acuerdo con las primeras investigaciones, la explosión se debió a la acumulación de gases, que habrían sido provocados por una chispa generada por alguna herramienta utilizada por uno de los trabajadores. Se trató de seis minas legales que se comunican entre sí, lo que habría contribuido a la magnitud del estallido. Las tareas de rescate se han vuelto extremadamente difíciles debido a la profundidad a la que se encuentran los mineros atrapados y a la falta de oxígeno.

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Más de 100 rescatistas están trabajando arduamente con picas para tratar de encontrar a los supervivientes, pero cada minuto que pasa disminuye sus posibilidades de ser encontrados con vida. El gobernador García se mostró consternado por la situación y destacó la importancia de continuar con las labores de búsqueda y rescate de los trabajadores atrapados en la mina. Mientras tanto, las autoridades locales han desplegado a bomberos y trabajadores de la autoridad de atención de desastres para operar en las entradas de las minas y proporcionar apoyo a los familiares y amigos de las víctimas.

Tristemente, este tipo de tragedias mineras son frecuentes en Colombia, especialmente en socavones ilegales de Cundinamarca y otros departamentos del centro del país. La acumulación de gases es el motivo más común de los accidentes, lo que resalta la necesidad de implementar medidas de seguridad más estrictas y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores mineros.