El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que Filadelfia será el próximo destino para los migrantes que el estado está transportando desde la frontera hacia localidades gobernadas por demócratas, mientras ponía en marcha un nuevo autobús una semana después de ganar fácilmente su reelección.

No indicó cuántos migrantes iban a bordo ni si se había enviado más de un autobús. Pero dijo que un “primer autobús” debía llegar el miércoles, ofreciendo una especie de notificación luego de las críticas de que fue blanco por los autobuses que llegaron repentinamente a Nueva York, Washington, D.C. y Chicago.

Desde abril, Texas ha transportado a más de 13.000 migrantes a esas ciudades. Abbott ha enviado los autobuses a las ciudades gobernadas por demócratas como una forma de darle visibilidad a lo que, según él, es la inacción del gobierno federal ante el elevado número de migrantes que cruzan la frontera sur.

Los críticos han calificado los autobuses como una maniobra política, pero los votantes recompensaron a Abbott la semana pasada con un tercer mandato como gobernador de Texas. Abbott hizo de una serie de medidas de inmigración de línea dura el eje de su campaña.

Casi 6 de cada 10 votantes estaban a favor de la decisión de Abbott de enviar a los inmigrantes a las ciudades del norte, según AP VoteCast, una encuesta de casi 3.400 votantes.

En un comunicado en el que se anunciaron los viajes en autobús a Filadelfia, la oficina de Abbott dijo que el alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, “ha celebrado y peleado durante mucho tiempo por el estatus de ciudad santuario, lo que hace que la ciudad sea una adición ideal a la lista de lugares de entrega de Texas”.

Kenney dijo que recibiría a los inmigrantes con “dignidad y respeto” y criticó las acciones de Abbott.

“Es verdaderamente repugnante escuchar hoy que el gobernador Abbott y su administración siguen aplicando su política deliberadamente cruel que utiliza a las familias inmigrantes —incluyendo a mujeres y niños— como peones para impulsar descaradamente su retorcida agenda política”, manifestó en un comunicado.

Kenney señaló que la ciudad había estado trabajando con más de una docena de organizaciones locales para proporcionar a los migrantes albergue, exámenes médicos de emergencia, alimentos, agua, servicios de traducción y mucho más. Es probable que algunos se dirijan a otros estados. Kenney dijo que, según las organizaciones locales, sólo tres migrantes informaron que Pensilvania era su destino final, mientras que otros, al parecer, planean dirigirse a lugares como Nueva York, Nueva Jersey o Massachusetts.