Aerolíneas Argentinas sigue en una turbulencia sin solución
En Aeroparque, la situación transcurre con normalidad para la mayoría de las aerolíneas, y las pantallas informativas indican que casi todos los vuelos están en horario. Solo un vuelo de Aerolíneas Argentinas aparece demorado. En contraste, las zonas de preembarque de las demás aerolíneas operan sin inconvenientes y con un flujo ordenado de pasajeros.
11/08/2024. Los agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) recorren el sector de embarque de un extremo a otro, atentos a cualquier inconveniente y asegurándose de que todo se mantenga en orden. No obstante, algunos pasajeros expresan su frustración y agotamiento por la falta de información y las demoras constantes. “Este es el tercer día que espero volar. Tuve que pedir plata para pagar las comidas y quedarme en la ciudad, porque me quedé sin recursos”, expresó visiblemente molesta Liliana Santana, pasajera a LA NACION, quien lleva días esperando embarcar su vuelo a Salta.
A las afueras del Aeroparque, tres camionetas de la Prefectura y tres de la Policía Federal se encuentran estacionadas, como en la jornada anterior. Según indicaron fuentes de Prefectura a LA NACION, los agentes no planean intervenir y están allí “solo por precaución”. La presencia de estos vehículos busca reforzar la seguridad en el perímetro sin afectar el movimiento de pasajeros en el aeropuerto.
La actividad parece haber vuelto a la normalidad tras el caos de los últimos días, aunque el descontento entre los pasajeros aún persiste. Muchos de ellos vivieron cancelaciones, cambios de último momento y reprogramaciones que alteraron sus planes y generaron malestar. Hoy, sin embargo, los vuelos programados se desarrollan sin contratiempos visibles, lo que brinda un poco de alivio, aunque no borra la frustración acumulada.
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Entre los pasajeros, se encuentran Mariana Cano y Lucas Rodríguez, una pareja que viaja hoy a Iguazú de vacaciones. Aunque su vuelo no fue afectado por las cancelaciones, ambos se acercaron al aeropuerto con cierta preocupación. “Sabíamos que hoy volábamos sin problemas, pero vinimos con el miedo de que, de golpe, nos digan que se cancela el vuelo”, expresó Mariana a LA NACION mientras aguardaba junto a Lucas en la fila de Aerolíneas Argentinas. “La idea es disfrutar las vacaciones, pero después de todo lo que pasó estos días, realmente llegamos nerviosos. No tenés certeza de nada y eso te cambia la experiencia”.
En otra fila, visiblemente cansado, Julio Stoco compartía su experiencia. Residente de Bariloche, Julio llegó a Aeroparque para tomar un vuelo de regreso el día en que se decretó el paro sorpresa, pero se encontró con una cancelación imprevista. “Dormí acá mismo porque Flybondi me había reprogramado para ayer, pero el vuelo estaba sobrecargado. Ahora, al final, me dicen que recién hoy voy a poder viajar”, relató resignado.
“No tengo otra opción que esperar, pero es un desgaste enorme. Volvés a casa después de unos días y lo que menos querés es esto. La verdad, estoy agotado”.
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