En una carta, los firmantes solicitaron al Gobierno que reconozca que «no hubo delito en manifestar la voluntad de cambio democrático» en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.

01/20/2024. Familiares de 33 presos en Cuba, considerados por organizaciones como Prisoners Defenders o Amnistía Internacional como presos políticos y de consciencia, entregaron ayer una carta en la Asamblea Nacional en la que piden una ley de amnistía.

En la misiva los firmantes solicitaron al régimen que reconociera que “no hubo delito en manifestar la voluntad de cambio democrático” en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J), así como las que “precedieron y prosiguieron a esta fecha histórica”. Suscriben el texto familiares de presos de alcance mediático, como los disidentes Maykel Castillo y Luis Manuel Otero Alcántara, así como opositores y activistas como Félix Navarro, Lisandra Góngora, Luis Robles y Lázaro Yuri Valle Roca.

Los firmantes aseguraron que, tras haber “agotado todas las vías legales para reclamar justicia”, han solicitado a la vicepresidenta de la cámara, Ana María Mari Machado, que “inicie los procedimientos correspondientes en la Asamblea Nacional para la redacción y debate” de una ley de amnistía.

“Los familiares de los presos políticos y la ciudadanía cubana que acompaña esta solicitud sufren persecución y acoso por parte de la seguridad del Estado, la Policía y órganos de inteligencia, como castigo por abogar por la liberación de nuestras familias”, denunciaron.

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Solo por el 11J, las mayores protestas antigubernamentales de Cuba en décadas, se han registrado unas 700 sentencias de cárcel, algunas de hasta 30 años, según registros de distintas ONG como Justicia 11J y Prisoners Defenders. Asimismo, estas organizaciones cifran por encima de los 1.000 presos políticos en el país.

Justicia 11J ha documentado en estos últimos dos años la detención de 1.887 manifestantes, de los que 793 continúan en prisión. Más de 900 han sido sancionados y cerca de un centenar ha marchado al exilio.

El régimen cubano tachó de “contrarrevolucionarios” a los manifestantes del 11J. 

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