Las próximas elecciones presidenciales en Argentina entre Sergio Massa y Javier Milei han desatado un mar de especulaciones y conjeturas sobre los posibles desenlaces que podrían presentarse el próximo domingo. Una incógnita se cierne sobre el horizonte político del país: ¿qué ocurrirá si, en la noche del 19 de noviembre, los resultados del escrutinio provisorio no revelan una ventaja clara a favor de uno de los candidatos?

11/17/2023. Es esencial comprender la distinción entre el escrutinio provisorio y el definitivo. Mientras que el primero es coordinado por el Poder Ejecutivo, bajo la batuta del gobierno de Alberto Fernández, el segundo recae en manos de la Justicia Electoral. Según la Comisión Nacional Electoral (CNE), si el domingo por la noche los resultados no son concluyentes para determinar un ganador, se requerirá esperar una o dos semanas adicionales para proclamar al próximo presidente.

La Justicia Electoral asume la responsabilidad de resolver los votos pendientes en el escrutinio provisorio, tales como votos impugnados, sufragios de argentinos en el extranjero y votos emitidos en instituciones carcelarias. Este fenómeno explica por qué, al término del escrutinio provisorio, suele existir un porcentaje de votos sin contabilizar. Además, la Justicia verifica los telegramas ilegibles y resuelve cualquier incertidumbre sobre los resultados.

A pesar de las disparidades, la Justicia Electoral en Argentina asegura que, en general, el resultado final no difiere sustancialmente del provisorio, aunque existen excepciones. La presencia de solo dos candidatos, Massa y Milei, agiliza el conteo y simplifica el proceso, permitiendo que los primeros números del escrutinio provisorio se conozcan entre las 21.00 y las 22.00 del día de las elecciones.

El papel desempeñado por los fiscales y las autoridades de mesa resulta crucial en estos escrutinios. Al cierre de los comicios, a las 18 horas, las autoridades convocan a los fiscales, quienes supervisan el procedimiento de apertura de urnas y efectúan el recuento de votos. Los fiscales intervienen en votos impugnados y reclamaciones referentes a boletas dañadas, dejando constancia de estas situaciones en un acta y un telegrama, ambos firmados por los fiscales.

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La carga de los telegramas, tarea a cargo del Ejecutivo, se ejecuta por duplicado para minimizar errores. Los telegramas «0» surgen de votos no identificados y se solventan durante el escrutinio definitivo. Además, el tratamiento de boletas dañadas y no oficiales prioriza la voluntad expresada por el votante.

La clave para que no se proclame un ganador el domingo en Argentina radica en que la diferencia entre los candidatos debe ser menor que la cantidad de sufragios restantes o los problemas a resolver en el escrutinio provisorio. Antecedentes como el balotaje entre Scioli y Macri en 2015 evidencian que el resultado final suele corroborar la tendencia provisoria. En un escenario de contienda reñida, la Justicia Electoral asume la responsabilidad de asegurar la transparencia y legitimidad del proceso, garantizando que la voluntad de los votantes se vea debidamente reflejada en los resultados finales.

Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de elintransigente.com