El expresidente Evo Morales endureció en las últimas horas sus ataques contra el Gobierno. Sin embargo, hasta ayer, lunes, no logró ninguna respuesta por parte de la administración del presidente Luis Arce.

En uno de sus últimos mensajes en sus redes sociales, afirmó que el vicepresidente David Choquehuanca “quería ser candidato a la presidencia” y lo acusó de pretender “dividir” al MAS.

“Con el pretexto de la renovación buscan la división y destrucción del MAS-IPSP. Está demostrado que el hermano @LaramaDavid quería ser candidato a la presidencia y admitió que no tenía personería jurídica. Como introdujo sus diputados y senadores, trata de dividirnos”, denunció el jefe del MAS.

El pasado domingo, Morales afirmó que el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, tiene en su poder los celulares que le fueron sustraídos en agosto de este año. “Quiero aprovechar, en este día de Navidad: por favor, ministro de Gobierno, hermano Del Castillo, devuélvamelo mi celular. No vas a encontrar nada, salvo que puedas montar algo”, soltó.

Ayer, lunes, volvió a atacar al gobierno de Arce, esta vez por su gestión de la economía. “En marzo, el Ministerio de Economía anunció una ‘probabilidad buena’ de pagar el doble aguinaldo. En septiembre, el FMI recomendó suspender ese beneficio y en octubre, el Ministerio de Planificación confirmó que ese bono no se pagará. Ojalá que el 2023 la economía se recupere”, señaló.

Durante 2022, Morales insistió a Arce hasta el cansancio que cambiara al Gabinete y particularmente a los ministros de Gobierno, Eduardo del Castillo, y de Justicia, Iván Lima. Lejos de destituirlos, Arce no sólo los mantuvo en sus cargos, sino que les encargó tareas estratégicas.

Arce tampoco respondió a las denuncias de Morales sobre un supuesto “plan negro” en su contra, la presunta protección al narcotráfico de parte de la Policía y el escandaloso acto de corrupción destapado en la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).