El gobierno de Rodrigo Paz ha ejecutado un giro económico estructural sin precedentes en casi dos décadas de políticas anteriores, declarando una Emergencia Económica, Financiera, Energética y Social a nivel nacional. Este decreto, denominado por el presidente como una «decisión histórica de salvataje de la patria», busca estabilizar una nación que enfrenta el mayor desabastecimiento de combustibles de su historia, reservas internacionales en mínimos y un déficit fiscal que supera los 30 mil millones de dólares acumulados en cinco años.

12w/18/2025. La medida de choque más significativa es la eliminación inmediata del subsidio a los combustibles, un paso que muchos consideraban inevitable. El ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, justificó que esta política ya no se podía mantener y que era una responsabilidad avanzar hacia la estabilización de la economía. Con la liberación de precios, la gasolina especial registró un incremento del 86,1% y el diésel subió un 163%. Los nuevos precios de transición se fijaron en 6,96 bolivianos por litro de gasolina especial y 9,80 bolivianos por litro de diésel oil.
La justificación gubernamental se centra en el freno a un gasto insostenible y a la lucha contra el crimen. El subsidio representaba uno de los mayores gastos públicos, con un monto proyectado de 3.500 millones de dólares para la importación de combustible solo en 2026. Además, cerca del 30% del producto importado se desviaba al contrabando, resultando en una pérdida anual de aproximadamente 1.000 millones de dólares. El ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, catalogó el subsidio como una «enfermedad» y aseguró que el objetivo es que «el diésel que compramos para los bolivianos se quedará en Bolivia».
El «escudo» social y la vulnerabilidad informal
Consciente del «impacto muy grande en el tema de los precios», el gobierno diseñó un esquema de compensaciones sociales. Entre ellas, destaca el aumento del salario mínimo nacional en un 20%, fijándolo en 3.300 bolivianos. Asimismo, se incrementó la Renta Dignidad para adultos mayores (en 43% / hasta 500 bolivianos) y se dispuso un aumento del bono anual para estudiantes (en 50% / hasta 300 bolivianos).
Sin embargo, analistas económicos señalan que estas compensaciones se centralizan en el sector formal de la economía. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 83,9% de los trabajadores bolivianos son informales y no cuentan con un salario garantizado. Para este segmento, la subida del diésel se traduce en mayores costos de transporte e insumos sin una red de protección equivalente.

Reformas estructurales y apoyo internacional
El paquete de medidas no solo aborda los hidrocarburos, sino que busca la reconstrucción del Estado a través de la inversión y cambios fiscales. Para dinamizar el capital, el gobierno creó un procedimiento FAST TRACK y una Ventanilla Única de Inversiones Estratégicas, ofreciendo estabilidad jurídica y tributaria por hasta 15 años en sectores clave. Además, se lanzó un régimen de repatriación de capitales no registrados con una alícuota preferencial del 0% si permanecen invertidos por 24 meses en el país.
El presidente Paz, quien asumió en noviembre de 2025, justificó las medidas al responsabilizar directamente a las gestiones anteriores, afirmando que Bolivia «tocó fondo» y que el Estado fue «vaciado desde adentro».
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La decisión generó posiciones encontradas a nivel interno. Mientras algunos sindicatos, como los del Transporte Pesado, habían respaldado la medida, otros anunciaron que se reunirán para definir nuevos precios de pasajes. A nivel internacional, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aplaudió las medidas, considerándolas una corrección de rumbo necesaria para restaurar la estabilidad y la prosperidad en Bolivia.
La magnitud de este ajuste económico se asemeja a un trasplante de órganos vitales para la economía boliviana, donde la remoción de una «enfermedad» crónica (el subsidio) promete una recuperación a largo plazo, aunque el paciente (la población) deba soportar el dolor inicial del cambio de precios.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH sobre lectura de agencias.
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