El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a Shanghai para comenzar una visita oficial de dos días a China, en un intento de “relanzar las relaciones” con el país asiático, que se ha convertido en su principal socio comercial desde 2009.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó a Shanghai para comenzar una visita oficial de dos días a China, en un intento de “relanzar las relaciones” con el país asiático, que se ha convertido en su principal socio comercial desde 2009.

Esta será la tercera visita oficial del mandatario a China, tras las que llevó a cabo en 2004 y 2009 durante su primer mandato. La visita, que fue calificada por la Presidencia de Brasil como “uno de los más importantes del inicio” de su nuevo mandato, que comenzó el pasado 1 de enero, cuenta con una nutrida comitiva de ministros, empresarios, gobernadores y congresistas.

Inicialmente prevista para finales de marzo, la visita fue pospuesta debido a una enfermedad de neumonía que sufrió el presidente brasileño. Durante su estancia en China, Lula participará en la toma de posesión de su sucesora en el cargo, Dilma Rousseff, como nueva jefa del banco de fomento de los BRICS, el foro que el país integra junto a Rusia, India, China y Sudáfrica.

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Posteriormente, se reunirá con empresarios en Shanghai y viajará a Beijing, donde se encontrará con su homólogo chino, Xi Jinping, el primer ministro Li Qiang y el presidente de la Asamblea Nacional Popular, Zhao Leji.

Se espera que durante la visita se firmen una veintena de acuerdos para estrechar lazos en áreas como la comercial, los protocolos fitosanitarios, la tecnología, el desarrollo, la transición energética y otros ámbitos de colaboración en el marco de la asociación estratégica bilateral.

Uno de los acuerdos ya anunciados previamente establece la operación directa de transacciones comerciales entre Brasil y China en yuanes, “sin necesidad de dolarización”.

Lula, que invitará a Xi a visitar Brasil, ha destacado que su objetivo en esta visita es buscar “inversiones para generar empleos y nuevos activos productivos”, con ejemplos como autopistas o centrales hidroeléctricas.

En un editorial publicado hoy, el rotativo oficial Global Times calificó a Lula de “viejo amigo del pueblo chino” y aseguró que su visita servirá para que “el mundo sea testigo del poder de la paz y el desarrollo”.

Redacción DHH con información de dw.com

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