La XV Cumbre de los BRICS, el grupo que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha dado paso a un anuncio que podría cambiar el equilibrio de poder en las instituciones internacionales. En un movimiento que refleja la creciente influencia de esta alianza de economías emergentes, cerca de cuarenta países han expresado un vivo interés en unirse al grupo, según afirmó el Gobierno de Sudáfrica, país anfitrión de esta edición.

08/23/2023. Las «expresiones formales de interés» provienen de líderes de 23 naciones, entre las que se encuentran Argentina, Irán, Arabia Saudí, Bolivia, Cuba, Honduras, Venezuela, Argelia e Indonesia, entre otras. Esta iniciativa ha colocado al bloque en el centro de atención geopolítica, mientras los BRICS debaten sobre los criterios de admisión que regirán esta expansión.

Desde su formación en 2006 por Brasil, Rusia, India y China (a lo que se sumó Sudáfrica en 2010), los BRICS han buscado ampliar su influencia en el escenario global, en contraposición a la dominación tradicional de las instituciones internacionales por parte de Estados Unidos y Europa. Este movimiento hacia una mayor representación y participación en la toma de decisiones económicas y políticas internacionales refleja el cambio en el equilibrio de poder.

En el corazón de la cumbre, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en su rol como líder del país anfitrión, señaló la transformación que los BRICS han infligido en la economía mundial. En sus palabras, «los cambios que han tenido lugar en las economías de los BRICS durante la última década han contribuido en gran medida a transformar la forma de la economía global». Agregó que, juntos, los BRICS representan una cuarta parte de la economía mundial, una quinta parte del comercio global y albergan a más del cuarenta por ciento de la población mundial.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovechó la plataforma de la cumbre para promover una mayor integración financiera dentro del bloque. Abogó por la creación de una unidad de cuenta de referencia para el comercio entre los países BRICS, sin sustituir las monedas nacionales. Además, destacó el papel del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), establecido por el grupo en 2015, como una fuerza líder en el financiamiento de proyectos que aborden desafíos globales cruciales.

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Esta expansión propuesta representa un hito en la historia de los BRICS y promete alterar aún más el orden global establecido. Mientras los líderes continúan discutiendo los términos de la admisión de nuevos miembros, el mundo observa con atención el surgimiento de una alternativa al orden tradicional dominado por las economías occidentales.

Redacción de DHH con información pública de dw.com

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