Al bate «Miggy» posee números únicos en hits, jonrones, empujadas, dobletes y promedio, en conjunto. Defensivamente jugó en tres posiciones y sus estadísticas son muy buenas. La pregunta obligada es: su exaltación será unánime?.

Reportaje especial del periodista e historiador deportivo Eliexser Pirela Leal

09/28/2023. A muy pocas horas del retiro, como pelotero activo, de Miguel Cabrera, vamos a evaluar algunos aspectos para conocer si será o no inmortalizado dentro de cinco años.

Pocos dudan que tras ese lapso, cuando sea elegible para ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown, el nativo de Maracay, Venezuela, tenga su nombre entre los jugadores leyendas inmortalizados, porque su trayectoria de 20 años en la Gran Carpa así lo aseguran.

Pero la pregunta que es casi obligada, que se hacen analistas, fanáticos, compañeros poteros, es: Recibirá el 100 por ciento de los votos para llegar al Salón de la Fama? Pondremos en el tapete los puntos que nos podrían responder esa incógnita.

Partamos que las metas de los grandes peloteros es poder jugar lo suficiente para sumar 3.000 o más hits, más de 500 jonrones,  600 dobletes, superar las 1.800 carreras empujadas, finalizar con un promedio superior a los .300 puntos y si le suman una triple corona de bateo, sería  la guinda del pastel. Pues han habido muchos que han logrado esas cifras, pero ninguno ha sumado todos esos números juntos y Miguel Cabrera si lo logró. 

Entre los más de 22 mil grandeligas que han jugado en más de 145 años de historia de la MLB, el actual designado de los Tigres de Detroit es el único con esos guarismos, porque hasta el momento de redactar está nota, tenía 3.163 (puesto 16 entre los mejores), 510 vuelacercas, 1.878 carreras empujas (casilla 13 vitalicia),  promedio de .306, 1.548 carreras anotadas, 624 dobletes (puesto 13 empatado con Hank Aaron) y le debemos sumar una triple corona, cuatro títulos de bateo, siete bates de plata, dos premios MVP y un anillo de campeón en su vitrina. Esas cifras ofensivas son el pasaporte obligado para que un beisbolista sea inmortalizado en el Templo del Beisbol, en Cooperstown.

 Antes de pensar en que si «Miggy» tiene el chance de ser exaltado, creemos que la pregunta obligada es saber si será  unánime o no; aún sabiendo que, históricamente, el criterio que muchos votantes (periodistas que son miembros de la Asociacion de Escritores de América BBWAA por sus siglas en inglés y que tengan 10 años, mínimo, cubriendo los juegos de las Grandes Ligas) no ha sido muy coherente, según se puede apreciar en todas las votaciones realizadas. Por ejemplo, cuatro de esos «expertos» (4) no le vieron méritos a Ty Cobb para el Salón de la Fama, 11 creyeron que Babe Ruth y Honus Wagner tampoco merecían ese honor, 17 dudaron del talento de Christy Mathewson y 33 no votaron por Walter Johnson. Estos cinco fueron los únicos en  ser elevados al Salón de la Fama en la clase 1936.

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Para aumentar más la capacidad de incomprensión que dejaron ver los primeros votantes, 93 creyeron que Tris Speaker no lo merecía y 111 (la mitad de los votantes) «dijeron con sus votos» que Cy Young no era digno, con todo y sus 511 ganancias, 749 juegos completos y toda su carrera en si; de estar entre los mejores peloteros de la historia.

El lema de Cooperstown

Conversamos con el periodista deportivo Royster Linares, conductor del espacio «El deporte en marcha», quien desde Chile nos dió el siguiente aporte. «Si consideramos que el lema del Salón de la Fama es ‘preservar la historia, honrar la excelencia y conectar generaciones’; partiendo de allí vemos que Miguel Cabrera cumple con todo eso, porque cada conexión que da lo equipara con las grandes leyendas del béisbol, todos ya inmortalizados; y lo conectan con varias generaciones con todo el legado de excelencia que nos ha dejado», indicó Linares.

Cabrera ingresará 

En la actualidad hay dos jugadores, o ex jugadores (en pocas horas Cabrera tendrá esa etiqueta) que tienen los números y méritos para ser elegidos de manera unánime… Ellos son «Miggy» y Alberth Pujols (un año antes que el venezolano), quienes  tienen los argumentos suficientes para igualar la hazaña del panameño Mariano Rivera, quien ha sido el único inmortalizado que recibió  el 100 por ciento de los votos, y que los analistas consideran que solo es cuestión de que pasen los cinco años requeridos para ser elegibles, para poder ver concretadas ambas exaltaciones, que también podrían ser «perfectas». Cómo Pujols es otro tema no vamos a profundizar en esta superestrella, pero era inevitable mencionarlo.

 Retomando el punto que estamos desarrollando, para quienes tengan dudas de todo el talento de Cabrera, por ejemplo, en el aspecto defensivo es bueno aclarar que jugó en tres posiciones, pero no crean eso de que fue cambiado por ser «mal fildeador», porque no lo fué, sino que las circunstancias y necesidades de sus equipos así lo requirieron.

Analicemos que en tres temporadas con los Marlins de Florida (hoy de Miami), Cabrera intervino en 347 juegos entre los jardines derecho e izquierdo; con 2.946 innings y dos tercios de trabajo. Como patrullero completó 30 asistencias, intervino en cinco dobleplays y cometió solo 17 errores (repetimos, en casi 3 mil episodios), para un promedio de .971 cifra que no es de las mejores, pero se encuentran en un rango del que se puede catalogar como «bueno».

Cómo antesalista trabajó nueve (9) temporadas entre Marlins y Tigres, con un total de 490 choques, para 5.907 episodios y dos tercios, realizó 1.101 asistencias, 134 doblematanzas, cometió 74 errores y su promedio de Fildeo fue de .956; aún superior a muchos terceras bases de aquel entonces.

La posición que más jugó fue la de inicialista, con un total de 1.195  encuentros, con un total de 10 mil 192 innings y dos tercios de acción; hizo 753 asistencias, participó en 974 dobleplays, falló con apenas 62 errores para un muy buen promedio de .994 porcentaje de fildeo, muy por encima de la mayoría de los inicialistas grandeligas.

Con estas cifras, no inventadas porque están allí registradas en el propio portal oficial de la MLB, podemos asegurar que Cabrera no fue un guante de oro, pero tampoco quedó debiéndole al juego de pelota por su excelente rendimiento; por lo cual no dudamos en que dentro de cinco años, cuando su nombre aparecen la lista de candidatos, muchos serán los votos que va a sumar y, cuidado! si no emula a Rivera como otro exaltado de manera unánime. Solo el tiempo responderá a esa pregunta.

Trabajo de Eliexser Pirela Leal para DHH.