
Una caravana de más de 1.000 migrantes de Venezuela partió este viernes de la frontera sur de México a pesar de las nuevas restricciones migratorias anunciadas por Estados Unidos para contener el creciente flujo de venezolanos.
Los migrantes salieron caminando en la madrugada desde Tapachula, en la frontera de México con Guatemala, con destino a Estados Unidos porque no quieren quedarse varados en Centroamérica o en territorio mexicano.
Esta es la primera caravana de migrantes de Venezuela desde que el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, en inglés) anunció el miércoles la expulsión inmediata de los venezolanos que lleguen a Estados Unidos al cruzar la frontera con México.
Gabriela Pérez, migrante de Venezuela, expuso a EFE que no se detendrán en la carretera porque la situación para los venezolanos es “difícil y crítica”.
“Esperamos reunirnos con más grupos de unos 1.000 o 500 que van más adelante y vamos a caminar lo que sea necesario, no pensamos hacer ningún tipo de escándalo en su país (México), ya que el destino son los Estados Unidos”, contó la mujer.
Para los venezolanos, la decisión de Estados Unidos “no es humanitaria”, porque los están dejando en México sin ningún apoyo.
Tras el acuerdo binacional, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha reforzado los retenes migratorios en las carreteras del fronterizo estado Chiapas.
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