El Pentágono lo deja claro: lo del caribe es una demostración de fuerza más que un plan inmediato de acción

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El Caribe Sur es escenario de un despliegue militar de Estados Unidos sin precedentes en décadas, el más grande desde la invasión de Panamá en 1989. La administración del presidente Donald Trump ha ordenado este envío masivo, catalogado como una demostración de fuerza mayúscula que coloca en el radar la posibilidad real de acciones militares.

Tropas estadounidenses en el Caribe

08/18/2025. El objetivo principal es contrarrestar las amenazas a la seguridad nacional de EE.UU. provenientes de organizaciones narcoterroristas designadas en la región.

Un arsenal de elite apunta al narcotráfico

Este despliegue masivo no se trata de simples ejercicios navales; representa un esfuerzo «a otro nivel» comparado con operaciones anteriores. El Pentágono ha confirmado el envío del Grupo Anfibio de Despliegue Inmediato (Iwo Jima Amphibious Ready Group), que incluye:

  • El buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, una embarcación de gran tamaño capaz de transportar helicópteros, aviones de despegue corto, vehículos blindados y centenares de infantes de marina listos para operaciones rápidas.
  • El buque de transporte anfibio USS San Antonio, diseñado para el desembarco de tropas y equipo mediante lanchas y aeronaves.
  • El buque de desembarco USS Fort Lauderdale, que aporta capacidades adicionales de transporte y apoyo logístico.

Estos navíos están acompañados por la Unidad Expedicionaria de Marines (MEU), compuesta por unos 4.000 efectivos, una fuerza de élite capaz de ejecutar operaciones aéreas, marítimas y terrestres. Este cuerpo de élite ha encabezado intervenciones armadas en Irak, Afganistán y Somalia.

Adicionalmente, se han desplegado otros activos militares significativos:

  • Un submarino nuclear, una embarcación silenciosa y de largo alcance, capaz de lanzar misiles y operar en misiones de inteligencia y disuasión.
  • Aviones Poseidón (P-8), aeronaves de patrulla marítima diseñadas para reconocimiento, vigilancia y guerra antisubmarina.
  • Buques «crucero» y «destructores», estos últimos armados con sistemas de combate Aegis, misiles guiados y defensa antiaérea, mientras que los cruceros poseen un gran poder ofensivo y capacidad para coordinar operaciones navales.
  • También se han reforzado los radares que dependen del Comando Sur, con sede en Cayo Hueso, Florida.

Este contingente contrasta marcadamente con operativos anteriores, como el de 2020 («Enhanced Counternarcotics») que fue «muy inferior» y no intervino directamente, o despliegues humanitarios en Haití (2010, 2021) que tuvieron un rol logístico y de asistencia médica.

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Los Objetivos Detrás del Poder Militar: Maduro y Cárteles en la Mira

La mirada de Washington está puesta principalmente en Venezuela, México y Colombia. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha permitido que el Pentágono realice acciones militares en lugares de América Latina con presencia de crimen organizado, al que ha designado como terrorismo.

El caso de Venezuela es el que más llama la atención por la zona en la que se despliega la fuerza. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha sido directamente señalado por Washington como líder del «Cártel de los Soles». La recompensa por su captura ascendió a 50 millones de dólares.

Otros objetivos clave incluyen:

  • Cárteles del narcotráfico basados en México, que han sido designados como organizaciones terroristas.
  • Otras organizaciones criminales como el Tren de Aragua y las Maras Salvatruchas.

Altos funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado, Marco Rubio, han sido enfáticos en que EE.UU. confrontará la amenaza de los cárteles y utilizará todos los recursos necesarios. La prioridad de las Fuerzas Armadas es «defender la patria» y garantizar el acceso estratégico de EE. UU. a infraestructuras críticas como el Canal de Panamá, además de frenar el narcotráfico y la migración ilegal.

La situación regional es compleja. Colombia, bajo el presidente Gustavo Petro, ha mantenido una postura de prudencia. Aunque reconoce la cooperación con EE.UU. en incautaciones récord de cocaína, Petro insiste en la soberanía colombiana y ha agradecido a Nicolás Maduro por su papel en las negociaciones de paz con las FARC y como país garante en el proceso con el ELN. Por otro lado, la alianza militar y de seguridad entre Estados Unidos y el gobierno de Noboa en Ecuador se ha reactivado, lo que representa una presión adicional para el gobierno de Maduro, especialmente considerando que la base militar estadounidense en Ecuador fue cerrada durante la presidencia de Rafael Correa.

Este despliegue en el caribe, bajo la responsabilidad del Comando Sur, eleva las apuestas en el Caribe y envía un «poderoso mensaje». Aunque el Pentágono lo describe como una demostración de fuerza más que un plan inmediato de acción, ha expresado su intención de ofrecer «opciones» al presidente Trump en caso de que decida actuar.

Redacción Albitrio Fabrepe sobre lectura de agencias

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