La cuenta regresiva ha comenzado. A solo dos semanas de las elecciones presidenciales, Chile entra en una fase de incertidumbre calculada: la veda electoral prohíbe desde la medianoche la publicación de encuestas, sumiendo al país en un “apagón informativo” justo cuando millones de votantes afinan su decisión. Esta medida, vigente desde 2016, busca blindar el proceso democrático de la influencia mediática, aunque cada vez más voces cuestionan su efectividad y pertinencia.

11/02/2025. La contienda está marcada por una tensión ideológica sin precedentes. Jeannette Jara, exministra del Trabajo y candidata del Partido Comunista, lidera las preferencias según los últimos sondeos permitidos, pero no alcanza aún el umbral para evitar una segunda vuelta. Su candidatura representa un hito: es la primera vez en más de 25 años que la izquierda logra una postulación presidencial unificada con posibilidades reales de llegar a La Moneda.
En el otro extremo, José Antonio Kast, fundador del Partido Republicano y figura emblemática de la ultraderecha, se mantiene como el principal contrincante. Aunque su impulso ha disminuido en las últimas semanas, sigue siendo el favorito para disputar el balotaje. Le siguen de cerca Johannes Kaiser, representante del libertarismo ultraconservador, y Evelyn Matthei, exministra y rostro de la derecha tradicional.
La ley chilena impone una veda de 15 días, mucho más extensa que en otros países de la región, donde las restricciones suelen limitarse a 24 o 48 horas. Difundir encuestas durante este período puede costar hasta 800 dólares en multas a los medios infractores. Para muchos analistas, este silencio estadístico no solo genera ansiedad, sino que también abre espacio a la especulación y a las campañas de desinformación.
Más de 15.7 millones de ciudadanos están habilitados para votar el próximo 16 de noviembre, en una jornada que será obligatoria y definirá no solo al nuevo presidente, sino también a senadores y diputados. En este escenario, la figura de Jara se convierte en símbolo de una izquierda que busca recuperar protagonismo, mientras Kast encarna la resistencia conservadora ante un eventual giro político.
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La encuesta Black&White, otorga a Jara, exministra de Trabajo del Gobierno de Gabriel Boric, un 30% de la intención de voto y a Kast un 23%, pero muy seguido de Johannes Kaiser, con un 20%. En cuarto lugar, sitúa a la representante de la derecha tradicional, Eveleyn Matthei, con un 17%.

Data Influye, en tanto, muestra que Jara lidera la preferencia presidencial con un 27%, pero no considera que haya tanta pugna en las derechas y otorga a Kast un 20%, a Kaiser un 13% y a Matthei un 11%. En la misma línea está Criteria, que coloca a Jara con un 27%, a Kast con un 23%, a Kaiser con un 15% y a Matthei con un 14%.

Encuesta completa aquí: Lea-la-encuesta-Data-Influye.pdf
La recta final será una batalla de emociones, convicciones y estrategia. Sin encuestas que orienten el termómetro electoral, cada gesto, cada discurso y cada aparición pública puede inclinar la balanza. Chile, por ahora, guarda silencio. Pero el ruido de las urnas está por venir.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
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