China profundiza el BRI (no es el BRICS) con latinoamérica
Latinoamérica ha acogido con interés desigual los cantos de sirena de las Nuevas Rutas de la Seda o BRI («Belt and Road Initiative»), el proyecto multilateral con el que China busca extender su influencia mediante la financiación de grandes proyectos de conectividad e infraestructura.
10/16/2023. A la iniciativa se han sumado en sus diez años de vida países como Argentina, Chile, Costa Rica, Venezuela o Uruguay, pero gigantes regionales como Brasil o México optan de momento por mantenerse al margen y otros, como Colombia, sopesan su adhesión.
Pero a pesar del enorme protagonismo que concede China a una plataforma cuyo principal adalid es su presidente, Xi Jinping, el hermetismo impera entre los países latinoamericanos participantes a la hora de detallar los proyectos en marcha o planificación.
LA SOMBRA DE EEUU
Se suman a ello el enorme peso que Estados Unidos mantiene aún en Latinoamérica -sigue siendo el principal socio comercial de la región- y las disputas comerciales entre Washington y Pekín, según un informe del Banco de Desarrollo de América Latina CAF en 2019.
Hasta ahora son 150 países y unas 30 instituciones las que han firmado acuerdos bajo el paraguas de las Nuevas Rutas, que celebran desde mañana, martes, en Pekín su III foro de alto nivel, en el cual la representación latinoamericana de más nivel la tendrán Argentina y Chile con sus respectivos presidentes.
Según datos del Ministerio chino de Exteriores, las Nuevas Rutas respaldaron en la última década más de 3.000 proyectos de cooperación con una inversión de un billón de dólares y la creación de 420.000 empleos.
LOS QUE ESTÁN
Argentina se acogió hace un año y medio a la «Belt and Road Initiative» (BRI), su denominación en inglés, aunque por ahora no ha mencionado proyectos vinculados a la iniciativa.
Las elecciones del próximo domingo en Argentina no han impedido al presidente de ese país, Alberto Fernández, participar en el foro de China, país con inversiones en Argentina en áreas estratégicas como infraestructura y minería y con el que también existe un acuerdo «swap» por el que el país suramericano paga al asiático las exportaciones en yuanes y no en dólares.
Chile es uno de los principales socios de China en Latinoamérica y la presencia de Boric en el foro reafirma la importancia de la plataforma china para Chile en un momento de buenas relaciones diplomáticas y en especial comerciales, con un crecimiento medio del 14 % desde 2017 y una balanza comercial favorable al país austral.
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PERÚ Y VENEZUELA, A TOPE CON EL BRI
Perú es otro de los países que han abrazado con más fuerza el BRI, que tiene como proyecto más reciente la construcción del megapuerto de Chancay (norte de Lima) con una inversión de 3.000 millones de dólares.
Las empresas chinas tienen fuerte presencia en el país andino, donde han destinado más de 16.000 millones de dólares al sector minero y desde 2019 controlan casi toda la distribución eléctrica de Lima.
Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, estuvo en China en septiembre, integra las Nuevas Rutas desde 2018 y se ha ofrecido como «socio ideal» para impulsarlas.
Caracas ha asegurado que varias «importantes empresas chinas» tienen operaciones en Venezuela, lo que supone una «ventaja para futuros proyectos regionales» de la iniciativa, que califica como «una propuesta de paz», con la que Pekín no pretende «dominar economías, ni cambiar Gobiernos», sino «compartir ganancias y desarrollo en un destino común».
LOS QUE NO ESTÁN
Otros países de la región, entre ellos pesos pesados como Brasil y México, se mantienen por ahora al margen pese a sus buenas relaciones políticas y comerciales con Pekín, o quizá precisamente por ello.
El Gobierno brasileño ha dicho públicamente que no le interesa entrar al BRI, pues tienen en vigor desde hace 30 años un acuerdo de relaciones estratégicas con China que ya sirve de marco para todo tipo de acuerdos bilaterales, incrementados este año tras la visita del presidente Lula da Silva al gigante asiático.
Desde México tampoco hay mucho interés en las Nuevas Rutas de China -su segundo socio comercial-, ya que el país está centrado en la atracción de inversiones mediante la deslocalización cercana de empresas (práctica conocida como «nearshoring») dada su proximidad con EE.UU., su primer socio.
LOS QUE TANTEAN LAS AGUAS
El país que podría sumarse en breve a la iniciativa es Colombia. Su presidente, Gustavo Petro, viajará a fines de octubre a Chinaa.
Aunque esa nación no sea formalmente parte de la plataforma, sí cuenta con inversiones chinas en diferentes sectores, así como con la presencia de empresas chinas en proyectos de infraestructura como la construcción del metro de Bogotá.
China y Cuba, muy cercanas en lo político por su filiación comunista, firmaron en 2021 un acuerdo para estudiar las posibilidades de extender a la isla las Nuevas Rutas, pero por ahora no se ha concretado proyecto alguno.
Informe de swissinfo.ch