El Congreso tiene esta semana una maratónica jornada de aprobaciones de proyectos del Gobierno, lo que, incluso, sacrificó la moción de censura a la ministra de Minas, Irene Vélez. 

La orden salió directamente de la Casa de Nariño y el Congreso tiene que ejecutarla durante las próximas dos semanas. De hecho, la instrucción para la llamada aplanadora petrista es que a partir de este lunes, y hasta el 16 de diciembre que se termina oficialmente la actual legislatura, se le meta a fondo el acelerador a los proyectos de interés que tiene el Gobierno de Gustavo Petro en el Capitolio.

A través de una serie de mensajes, y en algunas reuniones en Palacio, el Jefe de Estado le pidió a su coalición que deje de lado cualquier otra tarea distinta a sacar adelante iniciativas clave como la reforma política y la prohibición al fracking. Incluso, fue por esta instrucción que la moción de censura que se tenía prevista para la polémica ministra de Minas, Irene Vélez, fue aplazada, un movimiento de agenda que desató la ira de la oposición (Centro Democrático y Cambio Radical), cuyos voceros denunciaron un intento antidemocrático por frenar su debate.

Y como este tipo de instrucciones, por supuesto, no son dadas de forma pública por ningún funcionario –ni por Petro ni por su ministro del Interior, Alfonso Prada–, son los jefes de Cámara y Senado quienes tácitamente las ponen en práctica.

Así quedó en evidencia luego de que el presidente de la Cámara, David Racero (Pacto Histórico), les pidiera a todas las colectividades que dejaran de hacer audiencias públicas para poder darle prioridad a los proyectos de Petro en comisiones y plenaria. De hecho, fue en medio de esa petición que se terminó aplazando la moción de censura a Vélez.

Sin embargo, ya el senador Miguel Uribe, del Centro Democrático, advirtió que para el 6 de diciembre tiene previsto un debate de control político que –según él– dejará en evidencia cómo la Ministra de Minas está golpeando uno de los sectores que más réditos de caja le deja al Estado colombiano.

Pero, mientras eso se da, es que –por ejemplo– el Congreso le dio vía libre en tercer debate a la cirugía electoral que quiere hacer Petro y que le permitiría potenciar su poder en las regionales de 2023. Y lo mismo hizo con el proyecto que levanta la prohibición al consumo recreativo de marihuana; avanzó también en tercer debate y lo que exigió el Jefe de Estado es que la cuarta y última discusión de estas iniciativas tenga prioridad.