«Así no ganará el Nobel de la Paz»: Rusia critica el ataque de Trump, pero no envía apoyo a Irán

Putin, que vuelve a tener a uno de sus aliados bajo las bombas, recibirá este lunes al jefe de la diplomacia iraní en Moscú

06/22/2025. Rusia ha condenado enérgicamente este domingo los ataques estadounidenses a Irán, que según el Ministerio de Exteriores ruso socavan el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Pero no ha ofrecido ayuda a su socio, ni armas. Vladimir Putin recibirá mañana lunes al ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, mientras voces dentro del régimen ruso piden enviar ayuda militar a Irán, una posibilidad que, de momento, Putin ha desdeñado.

«Trump, que llegó como un presidente pacificador, ha iniciado una nueva guerra para Estados Unidos», ha afirmado este domingo Dimitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, añadiendo que «con este tipo de éxito, Trump no ganará el Premio Nobel de la Paz«.

Moscú ha declarado que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe responder. Pero, igual que pasó con Siria el año pasado, Rusia tiene de nuevo a uno de sus aliados bajo las bombas sin poder hacer gran cosa. Tocada -pero de momento no hundida- por varios ataques de Estados Unidos, Irán se reserva todas las opciones para defender su seguridad, ha asegurado este domingo Araghchi, quien agregó que Teherán no podrá regresar a la diplomacia mientras esté bajo ataque de Israel y Estados Unidos, y que consultará con Rusia este lunes. No especificó qué planea tratar con Putin ni si se abordará el ataque estadounidense a las instalaciones nucleares de Irán durante la conversación. Sin embargo, ha señalado que Moscú siempre ha sido amigo de Teherán.

El jefe del Kremlin ha ofrecido repetidamente mediar entre Estados Unidos e Irán, aunque la semana pasada se negó a discutir la posibilidad de que Israel y Estados Unidos mataran a Jamenei. Putin afirmó que Israel había dado garantías a Moscú de que los especialistas rusos que ayudan a construir dos reactores más en la planta nuclear de Bushehr, en Irán, no resultarían heridos en ataques aéreos. En Moscú hay preocupación ante un cambio de régimen en Irán. Pero cuando hace unos días se le preguntó a Putin si al menos estaba dispuesto a proporcionar a Irán armas modernas para defenderse de los ataques israelíes, el presidente ruso se excusó diciendo que el tratado de asociación estratégica firmado con Teherán en enero no preveía cooperación militar.

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El Kremlin ha declarado este domingo que Putin no tenía planes de hablar Donald Trump tras los ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares de Irán, pero agregó que la llamada podría organizarse rápidamente, informó la agencia de noticias estatal TASS. Rusia, que tiene una asociación estratégica con Irán y también mantiene vínculos estrechos con Israel, había advertido repetidamente a Washington que los ataques estadounidenses contra Irán hundirían a toda la región en el «abismo». «Es evidente que ha comenzado una peligrosa escalada, que podría socavar aún más la seguridad regional y mundial», ha añadido Exteriores.

«El régimen de Irán se ha preservado, y es muy probable que se haya fortalecido», ha afirmado el ex presidente Medvedev. «El pueblo se está consolidando en torno al liderazgo espiritual, incluso aquellos que no simpatizaban con él». Medvedev también ha señalado que la infraestructura nuclear de Irán no parecía verse afectada por los ataques estadounidenses y que Estados Unidos estaba en peligro de verse involucrado en una operación terrestre.

Moscú ha comprado armas a Irán para su guerra en Ucrania y firmó un acuerdo de asociación estratégica de 20 años con Teherán a principios de este año. Desde Rusia, algunas voces piden acudir en ayuda de su socio y proporcionar a Irán el mismo apoyo que Washington había dado a Ucrania, incluidos sistemas de defensa aérea, misiles e inteligencia. El nacionalista ruso Igor Girkin, que sigue encarcelado tras criticar la gestión de la guerra, avisó de que a menos que Rusia apoye a Irán, la República Islámica será bombardeada hasta ser devuelta a la Edad de Piedra por Estados Unidos e Israel y luego sumida en el caos. «Es hora de que ayudemos a Teherán», comentó por su parte el empresario ruso Konstantin Malofeyev. «Y, al mismo tiempo, ofrecer a Estados Unidos e Irán asistencia diplomática en las negociaciones de paz mediante el nombramiento de un enviado especial».

Unos días antes del inicio de la operación israelí, el embajador iraní en Moscú afirmó que Rusia fue el mayor inversor extranjero en el país en 2024. Pero Putin parece distanciarse de los iraníes, que desde hace tiempo desconfían de Rusia y temen que el Kremlin pueda llegar a un acuerdo con esta nueva Casa Blanca, más cooperativa con los intereses rusos. Irán ayudó a Rusia con drones muy necesarios durante el primer año de su invasión de Ucrania y colaboró con Moscú al construir una fábrica crucial para producir drones en el país. Cinco meses después de la firma del tratado de colaboración, el Gobierno iraní se enfrenta a una grave amenaza para su existencia. Pero Moscú está priorizando su propia guerra contra Ucrania.

Diversos analistas coinciden en que es improbable que Putin se involucre militarmente en el conflicto o que arme a Teherán de manera significativa. Y esto «conduce al debilitamiento de la posición de Rusia en Oriente Próximo», ha afirmado Nikita Smagin, experto en relaciones entre Rusia e Irán del Centro Carnegie. En lugar de ofrecer apoyo con hechos, Moscú se está posicionando para ser relevante en las negociaciones para poner fin a los combates.

Tras más de tres años justificando su brutal invasión de Ucrania, el Ministerio de Exteriores ruso pidió «el fin de la agresión» a Irán porque «la decisión irresponsable de atacar a Irán es una violación del derecho internacional», lamentando que el riesgo de conflicto en Oriente Medio «ha aumentado significativamente».

Con información de elmundo.es