El régimen de Cuba confirma el desastre económico y la solución es «resistencia»

El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, ha reconocido abiertamente la extrema gravedad de la crisis que azota a la nación caribeña, revelando que el Producto Interno Bruto (PIB) experimentó un decrecimiento superior al 4% al cierre del tercer trimestre de 2025. En medio de un escenario de inflación disparada,, y una economía que se encuentra parcialmente paralizada,, Díaz-Canel admitió la existencia de una inconformidad social generalizada por el mal funcionamiento de los servicios básicos y la falta de soluciones concretas.

12/14/2025. La realidad descrita por el propio dirigente es cruda: la generación térmica del sistema eléctrico es crítica, los precios se mantienen extremadamente altos, y las producciones agropecuarias e industriales son insuficientes para cubrir las necesidades de la población. Además, persisten el desabastecimiento crónico de alimentos y medicinas, y el colapso de servicios esenciales como el transporte.

A pesar de la magnitud de la crisis, la cúpula del poder se ha limitado a reiterar el tradicional guion de la «revolución»: resistir y culpar a los factores externos,. Díaz-Canel y otros miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) atribuyen el deterioro principalmente al embargo estadounidense, al exilio cubanoamericano, y a las cuantiosas pérdidas generadas por el huracán Melissa.

Durante el XI Pleno del PCC, la dirigencia reconoció la existencia de problemas internos y «tendencias negativas» derivadas de errores y falta de actuación, pero evitaron asumir la responsabilidad directa del gobierno o del Partido en la mala gestión económica. En lugar de ofrecer soluciones inmediatas o un giro radical en el modelo, el mensaje del gobernante es de resistencia: lo que el pueblo cubano debe esperar es más «trabajo intenso,» lucha, y ninguna solución fácil,. Incluso se anunció que el Noveno Congreso del PCC fue pospuesto, por orden de Raúl Castro, para concentrar los recursos del país en la recuperación económica durante 2026.

El salvavidas energético del ALBA en tiempos de oscuridad

Ante la situación crítica del sistema eléctrico nacional, afectada gravemente por la escasez de combustible, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) ha prometido un apoyo energético directo. Liderada por una propuesta del presidente venezolano, Nicolás Maduro, los países miembros del bloque aprobaron la creación de la Misión Internacional de Energía y Electricidad. Esta misión tiene la intención de brindar apoyo extraordinario a la República de Cuba para lograr la restitución total de la energía eléctrica en la isla caribeña, ayudando en su lucha contra las afectaciones del bloqueo en temas de energía. Cabe destacar que Venezuela ya contribuye enviando aproximadamente el 5% de su petróleo a Cuba.

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La crisis sanitaria paralela

A la debacle económica y energética se suma una grave crisis sanitaria que ha provocado alertas internacionales. El Gobierno de España, sumándose a advertencias previas de Estados Unidos, Canadá, México e incluso Rusia, advierte a sus ciudadanos sobre brotes simultáneos de enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue, el zika, el oropuche y el chikungunya. Las autoridades cubanas han reconocido más de 42 mil casos de chikungunya. Además de los riesgos de contagio y los brotes activos de hepatitis A, las instalaciones sanitarias en Cuba están lejos de los estándares europeos y presentan carencias de suministros, por lo que se recomienda encarecidamente viajar con un seguro médico que cubra la evacuación sanitaria,.

Esta realidad de carencia material extrema, combinada con una retórica oficial que se centra en la resistencia y la justificación externa, limita la capacidad de respuesta efectiva del régimen ante los problemas que el país enfrenta. La cúpula del poder parece estar atascada en un ciclo de reafirmación ideológica, mientras la vida cotidiana de millones de cubanos se deteriora severamente.

Redacción Albitrio Fabrepe para DHH sobre lectura de agencias