Cuba niega bases chinas; medios muestran fotos
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, desmintió las acusaciones de Estados Unidos sobre la existencia de una base de espionaje china en la isla.
“Las afirmaciones del secretario de Estado de Estados Unidos sobre la presencia de una base de espionaje de China en Cuba constituyen una falsedad. La posición de Cuba sobre este tema es clara y categórica. Esas declaraciones carecen de sustento”, subrayó el lunes Rodríguez en su cuenta de Twitter.
El ministro cubano de Exteriores recordó que Estados Unidos “dispone de decenas de bases militares en la región”, y además, mantiene “ilegalmente” una base militar en Guantánamo, en el territorio de Cuba, “contra la voluntad del pueblo cubano”.
Rodríguez se dirigió al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y dejó en claro que la postura de Cuba sobre este tema es muy clara y categórica y sus declaraciones “carecen de sustento”.
Blinken afirmó el lunes que el Gobierno de Joe Biden tiene una estrategia para contrarrestar el espionaje chino en Cuba y en otros países que está dando buenos resultados.
«Manténgase alejado, zona militar», indica un cartel situado al fondo de un camino sinuoso y deteriorado a las afueras de la localidad de Bejucal. Después, una cerca hecha con alambre de púas pone fin a la excursión.
El reportero de la agencia británica pudo ver grandes antenas parabólicas en lo alto de una colina, a la sombra de una ladera cubierta de palmeras. «Una cúpula de metal blanco oxidado, del tipo que alberga antenas, se cernía sobre la jungla oscura, decorada en sus flancos con crípticos triángulos negros, algunos invertidos. Hombres no identificados en motocicletas, vestidos de civil, fotografiaron a los reporteros mientras trabajaban», dice una nota publicada por el medio este miércoles.
De los vecinos de Bejucal no logró obtener información. Nadie puede pasar, pero muchos creían que los rusos llevan tiempo en la instalación. «Hay rumores», dijo con media sonrisa un agricultor de la zona consultado. «Todo el mundo sabe todo aquí».
Los rumores del regreso de los rusos comenzaron en 2014, pero el propio Putin llegó a desmentirlo. En 2018 la idea volvió a sonar en distintos medios, pero, de acuerdo con la inteligencia de EE UU, los tiros sonaban por el lado equivocado.
«(El Partido Comunista de China) mantiene presencia física en las instalaciones de inteligencia de la era soviética en Bejucal en lo que parece ser una operación de recopilación de inteligencia de señales», consta en un documento de la Comisión Federal de Comunicaciones cuya fuente es un informe precisamente de 2018 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China.
La Administración estadounidense rechazó, precisamente por ese motivo, la solicitud de la Isla para conectar ambos países con una cable submarino de telecomunicaciones (Arcos-1). El Departamento de Justicia consideró que este enlace era inapropiado «mientras el Gobierno de Cuba siga siendo una amenaza de contrainteligencia para EE UU y sea aliada de otros que hacen lo mismo».
En su comunicado, la justicia estadounidense indicaba que había una «amenaza de contrainteligencia» y que, dado que la empresa estatal de comunicaciones Etecsa administraría el sistema de aterrizaje de cables, La Habana podría «acceder a datos sensibles de EE UU que viajen a través del nuevo segmento».
- Base de espionaje de China en Cuba: ¿qué tan cierto es?
Cuba ha negado de forma categórica que se haya acordado con China permitir la instalación, en su territorio, de un centro secreto para espiar a EE.UU.
“Todas son falacias promovidas con la pérfida intención de justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión a Cuba y de engañar a la opinión pública de los Estados Unidos y el mundo”, afirmó este jueves el Viceministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossio.
La reacción llega luego de una publicación del diario estadounidense Wall Street Journal (WSJ) en la que afirmaba que el Gobierno chino y el cubano han llegado a un acuerdo secreto para la instalación de una base para espiar las bases militares estadounidenses en la isla caribeña, a 100 millas del estado de Florida (EE.UU.).