La decisión del gobierno dominicano de posponer la Cumbre de las Américas generó un intenso debate, pero dos voces expertas coinciden en que la medida fue, aunque costosa, necesaria. Ante la alta tensión en la región y la amenaza de que el evento se convirtiera en un escenario de conflictos, la República Dominicana optó por la prudencia estratégica.
11/04/2025. Por un lado, la periodista dominicana Maria elena Nunez calificó la posposición como una decisión acertada. Argumenta que no era justo que República Dominicana se expusiera a quedar mal o asumiera muchísimos riesgos por un problema que no ha creado. La nación ya carga con dos problemáticas severas: la crisis de extrema pobreza, violencia y falta de instituciones en Haití (un problema donde la comunidad internacional la ha dejado sola) y las consecuencias del calentamiento global como estado insular, a pesar de que las emisiones de gases son responsabilidad de los países industriales.
Por otro lado, Manuel Cruz, analista de temas internacionales, describió la suspensión como inteligente, estratégica, pragmática y al mismo tiempo difícil. Para Cruz, la discrepancia regional actual desluciría la ceremonia. Estratégicamente, República Dominicana debe ser coincidente con la agenda de su aliado principal (Estados Unidos), especialmente en temas como el caso de Venezuela.
El pragmatismo político, según Cruz, dicta no exponer al país a servir de escenario para que ningún gobierno venga a maltratar a los aliados de RD, citando el concepto de real politic de Henry Kissinger. El analista recordó que, en eventos internacionales pasados, lo único que ha trascendido son los discursos de diatribas y confrontación (como los de Hugo Chávez en la ONU en 2006 o en la Cumbre Iberoamericana, o Fidel Castro). Cruz enfatizó que esta cumbre no podía propiciarse para ese tipo de espectáculo.
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Pese a la justificación estratégica, Cruz lamentó que quien más pierde con la suspensión es República Dominicana, ya que un encuentro exitoso habría agregado valor al poder blando del país. No obstante, señaló que la realidad geopolítica imperante es que Estados Unidos, como policía del orden liberal internacional, está tratando de recuperar su zona de influencia en América. Dada esta realidad, si el aliado principal tiene una agenda que supera en importancia a la cumbre, suspenderla es inteligente, aunque RD sea el más afectado.
Redacción DHH.
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