Los líderes de Iberoamérica se reúnen en Santo Domingo para analizar el futuro de la región en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, la primera que se celebra de forma presencial desde 2018 debido a la pandemia.

Con la llegada de catorce presidentes y dos vicepresidentes, la ciudad se prepara para esta gran cita que se ha venido planificando durante años a través de trece reuniones preparatorias en diversas áreas como Relaciones Exteriores, Economía, Finanzas, Medio Ambiente y Agricultura.

La cumbre se centrará en cuatro ejes fundamentales: medioambiente, seguridad alimentaria, arquitectura financiera y digitalización.

La cuestión de la equidad estará en el centro de todo, con el objetivo de poner freno a las desigualdades en la región en áreas como la brecha digital, la pobreza, la desigualdad social y de género. Sin embargo, otros temas importantes también serán abordados en la cumbre, como la difícil coyuntura geopolítica en Ucrania y su abanico de repercusiones, así como la crítica situación en Haití, que preocupa al vecino anfitrión dominicano.

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Además, la cumbre también abordará las relaciones de Latinoamérica con la Unión Europea, ya que España quiere ponerlas en el centro de su presidencia de turno comunitaria en el segundo semestre del año. De hecho, el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, estará presente en la cumbre.

La inauguración oficial de la cumbre y la cena de los mandatarios tendrán lugar en la Fortaleza Ozama en la noche del viernes, pero mañana toda la jornada estará dedicada a la reunión de ministros de Exteriores. En esta reunión se presentarán los resultados de las reuniones preparatorias en diferentes áreas y se discutirán los temas centrales de la cumbre.

La cumbre es una oportunidad importante para los líderes de Iberoamérica de abordar los desafíos y oportunidades de la región y trabajar juntos para lograr una Iberoamérica más justa y sostenible.

DHH.