El escenario internacional se prepara para una transformación profunda. Según el analista geopolítico Manuel Cruz, el año 2026 ha sido bautizado como el año del «reajuste global», un periodo marcado por la transición, la redefinición de influencias y una nueva forma de entender la diplomacia y el poder.

12/20/2025.
Estados Unidos y la «Doctrina Donroe»: el motor del cambio
El epicentro de este reajuste se encuentra en Washington. Cruz destaca que el mundo está entrando en una fase dominada por lo que se ha denominado la «Doctrina Donroe», una versión actualizada de la Doctrina Monroe bajo el liderazgo de Donald Trump. Esta nueva visión ya se manifiesta en la estrategia de seguridad nacional publicada a finales de 2025 y posiciona a Estados Unidos en un rol pragmático y orientado a resultados económicos.
Un dato revelador del poderío estadounidense es su dominio en el mercado bélico. Para el cierre de 2025, la comercialización de armas generó beneficios cercanos a los 500,000 millones de dólares, de los cuales el 49.19% corresponde a empresas de los Estados Unidos. Esta tendencia no solo se mantendrá, sino que se proyecta un incremento masivo en la inversión de tecnología militar e inteligencia artificial para 2026, con una inversión conjunta entre Estados Unidos y China que superaría los 30,000 millones de dólares solo en este rubro.

Ganadores, perdedores y los «desubicados»
El analista explica que el nuevo orden mundial clasificará a los actores internacionales en cuatro categorías:
- Los ganadores y perdedores: Aquellos que logren adaptarse o sucumban al nuevo esquema de poder.
- Los oportunistas: Países que aplicarán un «pragmatismo desacoplado», buscando beneficios directos sin importar las afinidades ideológicas.
- Los desubicados: En esta categoría, Cruz sitúa a Europa, señalando que el continente parece no comprender la nueva realidad global. De hecho, varios países europeos están restableciendo el servicio militar obligatorio, enfrentando fuertes protestas de jóvenes que se niegan a morir en conflictos ajenos.

La «diplomacia de los amiguis» y la privatización de la paz
Uno de los conceptos más innovadores que introduce Cruz es la privatización de la paz, gestionada por los llamados «brokers de la diplomacia». Bajo este modelo, países como los Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Qatar actúan como mediadores, pero no por fines altruistas, sino para cerrar acuerdos comerciales y asegurar recursos naturales.
Ejemplos de esto se ven en las negociaciones de paz donde se imponen condiciones económicas severas, como en el caso de Ucrania y su deuda con Estados Unidos, o los acuerdos sobre recursos naturales en la República Democrática del Congo a cambio de frenar conflictos. Es una diplomacia basada en el negocio: «fírmame aquí y cerramos el trato».
Zonas de conflicto y descontento social
Para 2026, se proyecta una intensificación de las tensiones en puntos estratégicos:
- Indo-Pacífico: Se espera un despliegue militar profundo y el crecimiento de la lucha geoeconómica entre China y Estados Unidos.
- Taiwán: No se descarta una redefinición de esta zona de influencia por la fuerza.
- Medio Oriente: Podría retomarse el conflicto directo entre Israel e Irán, sumado a bombardeos contra Hezbolá en el Líbano.
A nivel interno, el mundo enfrentará una brecha creciente entre las agendas geopolíticas y los reclamos sociales. Cruz advierte que la Generación Z, que ya se ha manifestado en lugares como Nepal, Bangladesh y México, incrementará sus protestas al ver que los recursos se destinan a las armas mientras se ignoran sus necesidades básicas.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH sobre análisis del profesor Manuel Cruz.
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