El periodo de campaña electoral que inició este 1 de noviembre de 2025 en Ecuador, se convoca a instancias del presidente Daniel Noboa, con un objetivo central: permitir que los ecuatorianos voten sobre cuatro preguntas de referéndum y consulta popular que buscan reformar la Constitución vigente.

11/01/2025. La propuesta más ambiciosa de la iniciativa presidencial es la posible convocatoria e instalación de una Asamblea Constituyente cuyos representantes serían elegidos por el pueblo. Esta asamblea tendría la tarea de elaborar una nueva Constitución de la República, la cual solo entraría en vigor si es aprobada en un referéndum posterior. Los proponentes de la iniciativa, como la asambleísta Inés Alarcón (ADN), argumentan que la Constitución actual debe ser derogada porque es «garantista» y defiende a los delincuentes y no a los ciudadanos. El gobierno busca una constitución que sea «garantista de los ciudadanos y no de los delincuentes,» enfocándose en la seguridad y la economía.
Además de la Constituyente, los votantes deberán decidir sobre la eliminación de la prohibición de establecer bases militares extranjeras, la supresión de la obligación estatal de asignar recursos del Presupuesto General a organizaciones políticas, y la reducción del número de asambleístas. El Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó a 13′938.724 ecuatorianos a sufragar el próximo 16 de noviembre.
El arranque polarizado de la contienda
La campaña, que se extenderá por solo trece días (del 1 al 13 de noviembre), arrancó con movilizaciones simultáneas que reflejaron la polarización política del país. Este proceso es visto como un termómetro político para medir el respaldo al Gobierno.
El empuje del oficialismo por el «Sí»
Desde las filas del Gobierno, el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) movilizó a sus simpatizantes en Quito. La jornada del 1 de noviembre de 2025 inició con una caminata que partió de la avenida Naciones Unidas, en el norte de la ciudad, y se dirigió hacia la sede del movimiento en la avenida de los Shyris.
En este recorrido, los asambleístas de ADN, incluyendo a Nataly Morillo e Inés Alarcón, encabezaron la marcha. Se distribuyeron camisetas, globos y volantes, al tiempo que se coreaban consignas de apoyo al presidente Noboa, como «¡Todo sí, cuatro veces sí!». La coordinadora de ADN en Pichincha, Nataly Morillo, indicó que buscarán difundir el contenido de las preguntas y trabajar por la seguridad y la economía. El presidente Daniel Noboa, proponente de la iniciativa, confirmó que solicitará licencia para participar en mítines electorales y defender su propuesta.
El frente del «No» clama por un cambio de timón
Las organizaciones que rechazan las propuestas de reforma constitucional también salieron a las calles. En Quito, las expresiones focalizadas de rechazo se concentraron en la Plaza La Merced, en el centro histórico, a pocas cuadras del Palacio de Gobierno.
El Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) y Unidad Popular se ubicaron entre las organizaciones que se manifestaron por el «No». En La Merced, se ofrecía colada morada y guaguas de pan mientras se elevaban consignas de rechazo al mandatario. Líderes del Partido Socialista argumentaron que votar por el «No» es una vía para «exigir al gobierno de Noboa que haga un cambio de timón». La excandidata a asambleísta Elsa Guerra coreó «¡No, no, no, cuatro veces no!» y sostuvo que es una «mentira» que una constituyente vaya a solucionar los problemas de seguridad y crimen organizado, pues el mandatario ya cuenta con las herramientas necesarias para actuar. En Guayaquil, líderes de Unidad Popular, como Jorge Escala, también impulsaron el «No» en las calles.

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Detalles logísticos y financieros de la campaña
Para esta contienda de solo 13 días, el CNE calificó a 16 organizaciones políticas y sociales para realizar campaña por el ‘Sí’ y por el ‘No’. Sin embargo, siete de estas organizaciones solo tienen permiso para pronunciarse sobre ciertas preguntas y no sobre las cuatro completas. Por ejemplo, la Revolución Ciudadana no puede hacer campaña sobre las bases militares y el financiamiento político.
En cuanto al financiamiento, el CNE ha definido un Fondo de Promoción Electoral para ser utilizado en prensa escrita, radio, televisión, vallas publicitarias y medios digitales. Este fondo asciende a USD 836.323,44, y se distribuirá de forma equitativa entre las dos opciones (Sí o No) para cada una de las cuatro preguntas.
Adicionalmente, el límite de gasto electoral establecido por el CNE es de $2’787.744,80 para cada opción (Sí o No). No obstante, los límites máximos de gasto electoral también se han desagregado por preguntas, alcanzando USD 5.5 millones para el bloque de las dos primeras preguntas, USD 5.5 millones para la pregunta de Asamblea Constituyente, y USD 5.5 millones para la de reducción de asambleístas.
El CNE advierte que la campaña debe evitar contenidos que induzcan a la violencia, el racismo, el sexismo, la discriminación o que denigren la imagen de personas o vulneren los derechos de pueblos y nacionalidades. Quienes incumplan el plazo de campaña se exponen a infracciones electorales graves.
Este proceso electoral se presenta con un desafío adicional, ya que la campaña es corta y, según datos de una encuestadora, el 39,1% de los ecuatorianos no conoce ninguna de las preguntas de la consulta, mientras que un 40,8% solo conoce algunas. La campaña deberá operar como un intensivo relámpago para ilustrar a la ciudadanía sobre las profundas reformas constitucionales propuestas.
Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.
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