Con un país aún estremecido por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio y en medio de una crisis de seguridad que acecha, Ecuador se prepara para votar en unas elecciones cargadas de tensión y marcadas por la necesidad imperante de restaurar la confianza y la normalidad democrática.

08/17/2023. Un total de 13,4 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas este domingo para elegir al sucesor de Guillermo Lasso en la presidencia y a los congresistas que formarán parte de la nueva Asamblea Nacional. Sin embargo, la sombra de la violencia y la preocupación por la seguridad plantean un desafío inusual para el proceso electoral.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha emprendido un esfuerzo extraordinario para asegurar que las elecciones se desarrollen de manera ordenada. La militarización anticipada de los colegios electorales, con efectivos del Ejército desplegados con días de antelación, busca transmitir un mensaje de seguridad a los votantes. La presidenta del CNE, Diana Atamaint, destacó la importancia de esta medida como un medio para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto sin temor.

El asesinato de Fernando Villavicencio, ocurrido el 9 de agosto, ha sido el punto culminante de una serie de actos de violencia política en el país. Otros candidatos y líderes políticos también han sido asesinados en los últimos meses, creando un clima de incertidumbre y preocupación. El despliegue de fuerzas de seguridad en las inmediaciones de los puntos de votación y la exhortación a las autoridades municipales para establecer medidas de control buscan asegurar un ambiente seguro para los votantes y los trabajadores electorales.

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Aproximadamente 280.000 personas formarán parte de las Juntas Receptoras de Voto, buscando mantener la normalidad en el proceso y permitir que el país elija su nuevo líder en medio de circunstancias desafiantes. Con alrededor de 300 observadores internacionales acreditados, estas elecciones ecuatorianas serán escrutadas minuciosamente por la comunidad internacional.

Las campañas electorales también se han visto impactadas por la violencia reciente. La candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González, promete una «mano firme contra el crimen» en respuesta a la crisis de seguridad. El asesinato de Villavicencio, quien denunció escándalos de corrupción que involucraban al expresidente Rafael Correa, ha dejado al correísmo en una posición incómoda y resalta la importancia de abordar la seguridad en el debate político.

A medida que Ecuador se prepara para emitir su voto en medio de la tensión y la incertidumbre, la seguridad y la estabilidad se convierten en las prioridades más urgentes. El país enfrenta un desafío monumental en la búsqueda de restaurar la confianza en el sistema electoral y en su capacidad para mantener un ambiente seguro en medio de la turbulencia.

Redacción dehablahispana con información pública de larazon.es

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