Las elecciones de 2025 en la Ciudad de Miami han enviado un mensaje inconfundible a Washington y, en particular, al liderazgo republicano: el rechazo a la influencia del presidente Donald Trump. La contundente victoria de la demócrata Eileen Higgins sobre el candidato Emilio González, quien recibió un respaldo directo de la Casa Blanca, se interpreta ampliamente como una «acusación rotunda contra el presidente Trump».

12/09/2025. A pesar de que la carrera por la alcaldía era técnicamente no partidista, la política nacional gravitó intensamente sobre la contienda, lo que resultó en una derrota para el candidato republicano. Laura Kelley, presidenta local del Partido Demócrata, enfatizó que Trump «intentó interferir en esta elección», y que sus políticas—y su partido—son «profundamente impopulares».
El golpe más duro se centró en la política de inmigración de línea dura de la administración Trump. El impacto de estas políticas se agudizó en Miami tras la decisión de la administración de restringir las solicitudes de inmigración y de ciudadanía para nacionales cubanos, venezolanos y haitianos, grupos demográficos esenciales en la ciudad. Incluso la congresista republicana de Miami, Maria Elvira Salazar, emitió un inusual y abierto reproche a las políticas de Trump, calificándolas de «injustas» y «antiamericanas».
El voto de los ciudadanos reflejó este malestar. Algunos electores votaron por Higgins específicamente porque González se había alineado con el presidente Trump y sus políticas migratorias. Ciertos votantes expresaron su deseo de tener una alcaldesa que «defienda a los inmigrantes de esta comunidad» cuando el presidente envíe a la policía de inmigración (ICE) a la zona. En un acto que fue un «golpe directo» a la postura migratoria del presidente, Higgins abrió su discurso de victoria en español.
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La ola azul desafía la tendencia estatal
Higgins, una excomisionada del condado, superó a González por un margen notable de 19 puntos porcentuales, asegurando el 59% de los votos. Este triunfo no solo se convierte en un revés para Trump, sino que también inyecta un «gran impulso» a un Partido Demócrata de Florida que había estado perdiendo terreno en el estado. La victoria es histórica, ya que Higgins se convierte en la primera mujer elegida alcaldesa en la historia de Miami, y en la primera demócrata en décadas en asumir el cargo.
Para los demócratas, el resultado es una señal de que el «péndulo está girando» a su favor, a pesar de que el Partido Republicano ha superado a los demócratas en el registro de votantes en Florida por más de 1.4 millones.
La alcaldesa electa, que contó con el apoyo de figuras demócratas como el exsecretario de Transporte Pete Buttigieg, prometió desde el escenario del Miami Woman’s Club que la ciudad eligió una «dirección diferente». Higgins hizo un llamado a la unidad, aunque basó su campaña en promesas claras de «acabar con la corrupción» y en enfocar el gobierno en las necesidades de la clase trabajadora.
Higgins aseguró a sus seguidores que su administración liderará una ciudad que pertenezca a todos, donde las personas mayores puedan quedarse, los jóvenes puedan construir un futuro y los inmigrantes se sientan «bienvenidos y respetados». Su plataforma se centró en ofrecer «competencia sobre el caos» y planes concretos para ampliar la vivienda asequible y mejorar el transporte público.
Redacción Elena Calzadilla para DHH
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