EEUU enredado entre el estado de derecho y la seguridad en El Salvador
En un momento de gran importancia para la nación salvadoreña, el Embajador de los Estados Unidos, William Duncan, ha vuelto a llamar la atención sobre la necesidad de restaurar el estado de derecho en El Salvador. En su segunda intervención en tan solo dos semanas, el diplomático estadounidense se ha convertido en una figura clave en el escenario político de este país centroamericano.
09/29/2023. El estado de excepción que ha prevalecido en El Salvador durante año y medio, suspendiendo garantías constitucionales y judiciales, ha sido un tema candente en la agenda internacional. El Embajador Duncan, en un acto público, destacó la importancia de apoyar la transición hacia un sistema basado en el respeto a la ley. «Lo importante ahora es trabajar por El Salvador para mejorar la economía, para ayudarles en el momento en que van a transitar del estado de excepción a algo diferente, van a volver al pleno respeto para seguir los procesos de la ley y tenemos que apoyar ese proceso», declaró.
Sin embargo, Duncan también reconoció que la seguridad pública es un logro que no se debe perder. Durante su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente salvadoreño Nayib Bukele defendió las medidas de fuerza que ha tomado y argumentó que El Salvador ya no es «la capital mundial del crimen». Aunque es innegable que el país ha experimentado mejoras en términos de seguridad, los métodos utilizados han generado preocupación en la comunidad internacional.
Uno de los aspectos más controversiales de este estado de excepción ha sido el alto número de detenciones. Más de 75,000 personas han sido encarceladas bajo la acusación de pertenecer a pandillas o estar vinculadas a ellas. Sin embargo, el gobierno salvadoreño ha tenido que liberar a al menos 7,000 de ellas debido a la falta de pruebas que respalden dichas acusaciones, después de mantenerlas en prisión durante varios meses.
Los organismos de derechos humanos han denunciado más de 150 muertes de detenidos en prisión o bajo custodia del Estado, además de más de 4,000 casos de abusos bajo el régimen de excepción. Este régimen permite capturas indiscriminadas, reclusión forzada y hasta dos semanas sin que los detenidos sean presentados ante un juez que valore la legalidad de su detención.
El Embajador Duncan ha subrayado en varias ocasiones la importancia de respetar el debido proceso de la ley. «Un sistema de justicia penal tiene que respetar el debido proceso de la ley y siempre vamos a abogar por eso», apuntó en una ocasión. El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, también ha criticado la duración del estado de emergencia en El Salvador y ha calificado de «alarmantes» las detenciones masivas.
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La Unión Europea se ha unido a las voces que instan a El Salvador a poner fin al estado de excepción y avanzar hacia la normalidad, garantizando que las medidas no vayan en detrimento de los derechos humanos. Duccio Bandini, jefe adjunto de la División para México, América Central y el Caribe del Servicio Europeo de Acción Exterior, ha enfatizado que «el Estado de derecho y la gobernanza democrática siguen siendo fundamentales para la credibilidad de un gobierno y de un país».
En conclusión, la situación en El Salvador sigue siendo motivo de preocupación a nivel internacional. Si bien la mejora en la seguridad pública es un logro significativo, es crucial que el país restaure el estado de derecho y garantice el respeto de los derechos humanos. El llamado del Embajador de los Estados Unidos y la atención de la comunidad internacional son señales de que El Salvador enfrenta un desafío crucial en su búsqueda de un equilibrio entre seguridad y derechos individuales.
Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de elsalvador.com