Elecciones Honduras: 16 días de incertidumbre con el fantasma del golpe en la mira de la iglesia y la comunidad internacional

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Dieciséis días después de ia jornada electoral celebrada el 30 de noviembre, Honduras se encuentra sumida en una profunda crisis política, sin que se conozcan aún los resultados electorales definitivos.

12/16/2025. La tensión ha escalado hasta el punto en que la presidenta Xiomara Castro denunció que «se está gestando un golpe» contra su gobierno tras los recientes comicios. Esta grave acusación surge en paralelo a las movilizaciones de simpatizantes del partido Libre cerca del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la incertidumbre por el recuento especial de miles de actas.

La impugnación internacional y el impasse electoral

La legitimidad de los comicios ha sido puesta en entredicho por observadores externos. La Misión de Observación Electoral Internacional del Instituto de Investigación y Análisis Geopolítico Alexandre Pétion manifestó que las elecciones carecieron de las condiciones mínimas de validez. Por ello, el informe insta a Honduras a declarar la nulidad del proceso y a repetir la contienda electoral completa, buscando garantizar la voluntad popular.

Según la Misión, el proceso no cumplió con las condiciones mínimas de transparencia, certeza y confianza exigidas por la ley. Se observaron dificultades logísticas, fallas operativas y deficiencias en la instalación de las Juntas Receptoras de Votos (JRV). Además, el Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) presentó fallas sistémicas que comprometieron la integridad y coherencia de los resultados. Los investigadores señalaron que se verificaron inconsistencias entre las actas físicas, los registros biométricos, las bases de datos y los resultados divulgados, sin una posibilidad razonable de verificación integral. La Misión concluyó que la imposibilidad de auditar integralmente el proceso electoral es, por sí misma, un elemento determinante suficiente para habilitar la nulidad de los comicios.

La negación mnilitar y el llamado a la calle

En este contexto de inestabilidad, la presidenta Xiomara Castro convocó a una movilización masiva y pacífica en Tegucigalpa, llamando a la ciudadanía a concentrarse para “defender el mandato popular”. La mandataria aseguró que, según «información de inteligencia verificada», está en marcha una agresión orientada a romper el orden constitucional y democrático a través de un golpe contra su Gobierno.

En respuesta directa a la denuncia presidencial, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Roosevelt Hernández, afirmó categóricamente que en el país “no va a haber ningún golpe”. Hernández subrayó que la institución garantiza la estabilidad del gobierno y su permanencia hasta el 27 de enero de 2026, con el fin de lograr la alternabilidad. El alto mando militar reafirmó su lealtad a la presidenta Castro y aseguró que impedirán cualquier intento de ruptura constitucional.

La voz moral de la iglesia

Ante la crisis, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) reiteró su rol como voz moral, haciendo un llamado público a respetar la voluntad del pueblo hondureño expresada pacíficamente en las urnas. Los obispos, en un pronunciamiento emitido en el marco de su convivio navideño, subrayaron que corresponde escuchar y respetar la voz del pueblo soberano tras el proceso electoral.

La CEH insistió en la necesidad imperiosa de mantener la paz social, de fomentar el diálogo y de respetar las instituciones del Estado y sus leyes, todo ello dentro del marco de la Constitución de la República. Los líderes católicos de la Iglesia en Honduras destacaron la importancia de que los distintos sectores actúen con responsabilidad, priorizando el entendimiento y el respeto mutuo en este momento crucial para la nación.

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El escrutinio final pendiente

Mientras las denuncias de golpe y las exhortaciones a la paz se intensifican, el destino electoral pende de un hilo. El CNE aún debe llevar a cabo un escrutinio especial de más de 2,700 actas electorales que presentan inconsistencias.

Con el 99.80 % de las actas escrutadas preliminarmente, el candidato presidencial del Partido Nacional, Nasry ‘Tito’ Asfura, encabeza los resultados con 1,305,033 votos (40.54 %), seguido por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con 1,261,849 papeletas (39.19 %). Los resultados finales dependen directamente de la resolución del escrutinio especial.

La situación actual en Honduras se asemeja a un reloj de arena detenido, donde cada grano representa la soberanía popular. La arena no cae, y el tiempo se agota, obligando a la nación a elegir entre acatar un resultado bajo sospecha o desandar el camino electoral en nombre de la transparencia democrática.

Redacción Albitrio Fabrepe para DHH.

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