Un alto funcionario mexicano dijo que su país está listo para trabajar con la administración de Joe Biden cuando a fines de este mes se levante la orden de salud pública “Título 42″, pero si, y solo si, Estados Unidos acepta medidas fundamentales, incluyendo programas para el reasentamiento de inmigrantes en territorio estadounidense y fomentar el desarrollo económico en los países de origen de los inmigrantes.

En una entrevista con The Dallas Morning News, Roberto Velasco, un alto diplomático y director de la Unidad de América del Norte de México en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, describió las negociaciones con Estados Unidos como “intensas” y que se efectúan “durante las 24 horas”.

Las negociaciones en curso entre funcionarios de ambos países se producen cuando más de 1,500 migrantes cruzaron desde Ciudad Juárez a El Paso el domingo por la noche, después de que algunos dijeron que fueron rescatados por las fuerzas federales mexicanas de una célula controlada por grupos del crimen organizado.

El aumento de cruces se produce cuando funcionarios de Estados Unidos y México se preparan para un mayor flujo de migrantes en previsión del levantamiento el 21 de diciembre de “Título 42″, la orden de salud pública que permite a agentes de seguridad y de la Patrulla Fronteriza expulsar a los migrantes sin darles la oportunidad de solicitar asilo.

Un juez federal ha ordenado el fin del Título 42, aunque la administración de Biden ha apelado. No está claro cuáles son los planes de la administración Biden después del levantamiento de la orden de salud pública.

En promedio unas 2,400 personas se entregan diariamente a los agentes de la Patrulla Fronteriza en El Paso. Migrantes de América Latina, incluidos Perú, Nicaragua, Colombia, Ecuador y Venezuela, cruzan el Río Grande y se entregan a los agentes en un centro de procesamiento establecido del lado estadounidense.

Para aliviar la presión sobre el centro de procesamiento abarrotado, los migrantes están siendo trasladados a instalaciones de la Patrulla Fronteriza en otras regiones, incluida el área remota de Big Bend, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Entre tres y cinco vuelos diarios salen de El Paso, según CBP.