Medellín: empresarios, políticos y militares, todos incautos con un falso príncipe árabe
Durante por lo menos un año y medio, Fereidoun Khalilian se movió en Medellín entre empresarios, políticos y militares. Se presentaba como príncipe árabe, aunque (casi) nada en su vida tiene que ver con la realeza. En esos meses se reunió con el exalcalde Daniel Quintero, la Policía le asignó escoltas e intercambió favores con el comandante de la IV Brigada del Ejército. Desde junio de 2023 está preso en Estados Unidos por ordenar un asesinato.
12/12/2023. Reportaje especial unidad de investigación de elarmadillo.co
El apartamento en el que vivió Fereidoun Khalilian en Medellín tiene poco más de 400 metros cuadrados, un jacuzzi en la terraza y una sala de cine en una de sus habitaciones. Otras propiedades en el mismo edificio, Terrace Quinta Esencia, ubicado en el sector de Los Balsos, en El Poblado, se ofrecían a mediados de 2023 por cerca de $3.600 millones.
La presencia de Khalilian en la ciudad puede rastrearse, sobre todo, entre diciembre de 2021 y junio de 2023. Muchos detalles de su vida de lujos y de sus relaciones con políticos, policías, militares y empresarios los publicó él mismo en sus historias de Instagram que construyen una cronología completa de su vida en Medellín.
El Armadillo analizó cerca de 3.000 publicaciones que suman más de 17 gigas de información. En sus fotos y videos aparece manejando una Range Rover, un Mercedes-Benz convertible y una Cadillac Escalade. Aparece en banquetes en algunos de los restaurantes más caros de la ciudad. Aparece escoltado por la Policía, en reuniones con el exalcalde Daniel Quintero y aparece con el general Juan Carlos Fajardo, comandante de la IV Brigada del Ejército.
Además, el pasado 9 de mayo estuvo en Bogotá. Visitó la Escuela de Cadetes General Santander para la transmisión de mando en la que el general William René Salamanca asumió la dirección general de la Policía de Colombia.
En una fotografía se abraza con el que ese día se convirtió en el oficial con más poder en esa institución. En la solapa de su traje, Khalilian lleva un prendedor que entrelaza las banderas de Estados Unidos y Emiratos Árabes.
Su rastro en redes se desvaneció a partir del 19 de junio de 2023. Ese día fue su última publicación, pero su foto y su nombre reaparecieron muy pronto en las páginas de varios medios de comunicación en Estados Unidos. El 22 de junio fue arrestado por el FBI en el parqueadero de un Dunkin Donuts de Las Vegas (EEUU) y fue acusado de ordenar el asesinato de un cineasta, antiguo empleado suyo, que investigaba su vida para un documental.
Al principio, Khalilian colaboró con esa producción convencido de que el enfoque le sería favorable. Pero luego se enteró de que el realizador, Juan Esco, le había mentido. En realidad, además de exponer sus excentricidades, la película contaría su pasado de agresiones sexuales, amenazas y fraudes. Por eso, presuntamente, le pagó a uno de sus escoltas para matarlo.
La historia la reconstruyó Los Ángeles Times en un reportaje publicado en julio. Ese medio cuenta cómo el escolta se acercó al documentalista para informarle de las órdenes de su jefe y cómo ambos se pusieron de acuerdo para engañarlo: recrearon una escena falsa del asesinato en el estudio de Esco, tomaron fotos y videos, y se las enviaron a Khalilian para convencerlo de que el documentalista estaba muerto.
De acuerdo con el relato del agente especial del FBI Michael Fukuda en la denuncia criminal del caso, el escolta cobró parte del dinero y luego, con la ayuda de esa agencia, empezó a grabar sus conversaciones hasta que logró una confesión para llevarlo ante una corte. Entonces, los agentes federales lo capturaron. Fereidoun Khalilian fue recluido en una prisión federal.
A finales de octubre un juez de California desestimó la acusación por un problema de competencias entre cortes, pero ordenó mantenerlo en la cárcel porque, de acuerdo con el FBI, a mediados de agosto, cuando ya estaba preso, buscó varios intermediarios y le ofreció 400 mil dólares a su antiguo escolta para que cambiara su testimonio. El caso pasó a una corte de Nevada que empezará el juicio en febrero de 2024. Si es encontrado culpable, Khalilian podría enfrentar hasta 30 años de prisión.
«Prince Fred»
En sus redes y en varias páginas en internet Khalilian se presenta como integrante de una familia real árabe, empresario de criptomonedas, agente de espectáculos, representante de celebridades, ejecutivo de empresas tecnológicas, dueño de un sello discográfico, heredero de una fortuna, víctima de la Revolución Islámica y refugiado de guerra.
“Cuando lo conocí, me dijo que era un príncipe de Abu Dabi”, le dijo a El Armadillo una persona que estuvo varias veces con él en eventos sociales en Medellín y que pidió que su nombre no fuera publicado.
En su LinkedIn, Khalilian dice que aprendió de los errores que cometió en su juventud y que, si bien sabe que lleva una vida “llamativa”, no lo hace para presumir sino para complacerse a sí mismo. En su cuenta de Instagram y en muchas de las referencias suyas que aparecen en medios es llamado “Prince Fred”.
De esa vida llamativa quizá aquello que lo hizo más visible fue su sociedad con Paris Hilton. En 2004 ambos fundaron un club nocturno en Orlando (Florida), pero el negocio terminó mal por controversias comerciales y porque en 2007 surgieron por lo menos tres acusaciones en su contra por agresiones sexuales. Aunque fue arrestado por uno de esos casos, lo juzgaron por un delito menor, se declaró culpable y recuperó su libertad.
Pero sus antecedentes con la justicia de Estados Unidos vienen de más atrás. Su primer arresto fue el 25 de julio de 1993 por insultar a un policía y a un agente de seguridad en un parque de Disney en Orlando. Según el registro de ese arresto, Khalilian nació el 25 de diciembre de 1971 en Kuwait. Sin embargo, su nacionalidad es tan confusa como su supuesta pertenencia a una familia real árabe. El testimonio del agente Fukuda reconstruye algunas de sus contradicciones:
“Era rico y llevaba un estilo de vida extravagante que incluía vehículos de lujo, joyas costosas y un equipo de guardaespaldas. Frecuentaba clubes nocturnos en los que podía gastarse 50.000 dólares en una noche. Atribuía su riqueza a que era un príncipe real del Medio Oriente [pero] afirmaba ser de diferentes países dependiendo de con quién tratara de hacer negocios”.
Paradis Khalilian es prima hermana del príncipe Fred. Tiene una empresa de desarrollo de software en California, y le dijo a El Armadillo que su primo “es un narcisista que nada tiene que ver con la realeza”. También dijo que es “muy rico” y que construyó su fortuna gracias a su trayectoria de fraudes y estafas.
Ese historial está documentado ante cortes y diferentes autoridades de Estados Unidos. En 2001 y 2011 la Comisión Federal de Comercio le impuso multas y prohibiciones por cometer estafas telefónicas por medio de empresas de telemercadeo.
Pero, a pesar de lo que dice su prima, sí hay algo de la vida reciente de Khalilian que lo conecta de cerca con la realeza.
El príncipe, la reina y su corte
La primera publicación en Instagram de Fereidoun Khalilian en Medellín fue el 28 de diciembre de 2021. Es una serie de videos en varios restaurantes y lo acompaña su novia, Andrea Aguilera Arroyave, una modelo, presentadora de televisión y reina de belleza que ese mismo año ganó el concurso Miss Mundo Colombia.
Desde ese día, el príncipe y la reina hicieron un registro en redes casi diario de su vida en Colombia. Khalilian hablaba de inversiones y negocios, mientras mostraba sus carros, sus fiestas, su apartamento y sus visitas a restaurantes y discotecas. También su acceso a personas con poder.
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“No es el típico alcalde. Probablemente sea el tercer hombre más poderoso de Columbia en este momento y marcará la diferencia ahora en su ciudad #medellin, pero también en todo el país, si no en el mundo entero. Es uno de los hombres más increíbles que he conocido desde que estoy en Columbia [sic]”.
Esa descripción acompaña una de las cuatro fotos que publicó Khalilian junto al exalcalde Daniel Quintero. La escena es del 26 de junio de 2022. Fue en el restaurante Okus, en El Poblado.
Ese fue el segundo encuentro entre el príncipe y el alcalde, aunque de acuerdo con la versión de Quintero y de otra persona que estuvo en las dos reuniones, el primero fue una coincidencia y no pasó de un saludo en otro restaurante: “Estábamos en Niku1 y el alcalde estaba en otra mesa. Fred mandó a uno de los escoltas a preguntar si podían conversar”, dijo esa fuente. Ese día intercambiaron contactos y acordaron verse de nuevo.
En la cena de Okus, Quintero y Khalilian hablaron de negocios. “El alcalde le dijo que quería convertir el aeropuerto 2 en un ‘Central Park’ y Fred le respondió que quería invertir ahí, que podía construir un hotel. Quedaron de volver a conversar, pero después Quintero le dijo que hablara con su asistente y nunca le volvió a responder”, le contó a El Armadillo la fuente que estuvo en esa conversación.
“Se me presentó como un príncipe en un restaurante. Sin embargo, su historia nos generó dudas y solicitamos información sobre él a la embajada de Emiratos Árabes, quienes negaron que lo fuera. Después de eso trató de contactarnos varias veces pero nos negamos a abrirle espacios. Alerté a varias personas de que era un falso príncipe y eso hizo que me enviara algunos mensajes y audios enojado. Supe hace poco de su captura en Estados Unidos”.
En el video, además de la persona que le recuerda el nombre del alcalde, aparecen los guardaespaldas que acompañaban a Khalilian en Medellín: se alcanzan a ver dos hombres vestidos con chalecos, que aparecen en otras publicaciones antes y después de esa reunión.
En varias ocasiones, ese cuerpo de seguridad privada estuvo conformado hasta por cinco escoltas y en algunos videos y fotografías se les ve portar insignias y placas. Una persona que estuvo en una reunión de negocios con el príncipe Fred a principios de 2023 recuerda, entre otros detalles, a ese grupo de escoltas. “Cuando me reuní con él llegó con un Rolex y con esmeraldas, decía que quería tener unos locales comerciales para montar restaurantes. En esa reunión me llamó la atención que todos sus guardaespaldas tenían unas placas de seguridad diplomática de Estados Unidos”.
En muchos videos se ve el letrero “International Diplomatic Protection” en las cintas que sostienen las placas de los escoltas. Esas insignias, en realidad, son solo una copia a medias de los emblemas del Servicio de Seguridad Diplomática (DSS), una agencia federal de Estados Unidos que tiene a su cargo velar por la seguridad nacional de ese país en el exterior. Sus agentes tienen como sedes embajadas y consulados y, entre otras cosas, protegen a funcionarios diplomáticos.
“Esas placas las mandó a hacer él mismo cuando contrató a los escoltas”, dijo una fuente que conoció de cerca a Khalilian en su paso por Medellín y que lo recuerda como una persona “generosa”. Entonces, de cuenta de sus guardaespaldas, Khalilian además de príncipe posaba como diplomático3.
Desde finales de julio, El Armadillo contactó a la embajada de Estados Unidos en Colombia para pedir información sobre el uso de esos emblemas. Aunque insistimos varias veces, no recibimos un comentario oficial. Sin embargo, en el listado del cuerpo diplomático y consular acreditado ante la Cancillería no aparece el nombre de Fereidoun Khalilian.
Con información de elarmadillo.co