La crisis de sobredosis por fentanilo que azota Estados Unidos está golpeando con fuerza a la ciudad de Nueva York, donde ocho de cada diez muertes por este opioide sintético son atribuidas al consumo de esta poderosa droga.

09/28/2023. Según cifras reveladas por el Departamento de Salud de la ciudad, hasta ahora en 2023 se han registrado 3,026 decesos por sobredosis, lo que representa un alarmante aumento del 12% respecto al año pasado. Pero lo más preocupante es que el 81% de estas muertes son causadas específicamente por el fentanilo.

Los datos muestran que la población afroamericana y latina son las más afectadas por esta silenciosa epidemia. Los afroamericanos tienen la tasa más alta de mortalidad, que pasó de 52 a 62 muertes por cada 100,000 habitantes entre 2021 y 2022. Mientras que en el caso de los latinos la tasa es de 53.1 por cada 100,000 residentes.

Contrario a lo esperado, desde 2020 los adultos entre 55 y 64 años presentan la tasa más alta de decesos por sobredosis, seguidos por las personas de 45 a 54 años. El Bronx, donde predomina la población latina y los niveles de pobreza son más elevados, registra la tasa más elevada de muertes con 73.6 por cada 100,000 habitantes.

Asimismo, en los vecindarios clasificados como de alta pobreza la tasa de fallecimientos por sobredosis aumentó un 21% el año pasado, mientras que en las zonas de muy alta pobreza se reportó la tasa más elevada, con 72.8 muertes por cada 100,000 personas.

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Estas estadísticas reflejan claramente cómo la crisis de opioides perpetúa las desigualdades raciales, etarias y socioeconómicas que existen en la ciudad de Nueva York. El acceso desigual a recursos básicos para la salud y el bienestar es consecuencia del racismo estructural y la falta de inversión en comunidades vulnerables, destacan las autoridades sanitarias.

Ante este sombrío panorama, el comisionado de Salud, Ashwin Vasan, advirtió que la epidemia de opioides está cobrando la vida de un neoyorquino cada tres horas, por lo que hizo un llamado a la ciudadanía a tomar acciones concretas.

Vasan recomendó que todos los residentes porten naloxona, un medicamento que puede reverter rápidamente los efectos de una sobredosis de opioides y salvar vidas. Asimismo, instó a las personas a capacitarse en el reconocimiento de síntomas de sobredosis y en el uso correcto de la naloxona.

Organizaciones médicas y grupos comunitarios vienen realizando una ardua labor de concientización y entrega gratuita de naloxona en los barrios más golpeados por la epidemia de opioides sintéticos como el fentanilo. Pero está claro que se necesitan urgentes medidas y políticas públicas contundentes para frenar las crecientes muertes por sobredosis en Nueva York.

De no implementarse pronto estrategias efectivas, expertos advierten que esta silenciosa crisis de salud pública continuará cegando vidas e incrementando las desigualdades sociales en la Gran Manzana. Autoridades y ciudadanía tienen el deber moral de actuar ya para detener la devastadora epidemia de opioides.

Redacción con IA supervisada por periodista de DHH sobre información de heraldodemexico.com.mx