En medio de la incertidumbre política que sacude a Guatemala, el presidente electo del país, Bernardo Arévalo, del partido Movimiento Semilla, ha hecho un llamado sin precedentes a sus compatriotas. En una entrevista con la agencia Associated Press, Arévalo instó a la ciudadanía a unirse en defensa de la democracia y protestar en las calles. Este inusual llamado a la movilización ciudadana surge en respuesta a lo que él considera una «persecución política» por parte del Ministerio Público y la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en contra de su partido.

«Es la primera vez que estamos nosotros invitando al pueblo de Guatemala a que nos acompañe en la calle. No solo es a una protesta, esperamos que tenga un carácter nacional, una protesta donde se vea que es una lucha, no de un partido o de Bernardo Arévalo contra el sistema, sino de un pueblo que se siente estafado contra un sistema que está intentando burlarlo», expresó el político en la entrevista.

La llamada a la protesta del presidente electo no es solo dirigida a sus seguidores políticos, sino que busca la participación de diversos sectores de la sociedad guatemalteca. Arévalo ha enfatizado la necesidad de que «todo el pueblo» lo acompañe en esta resistencia pacífica. Quiere que empresarios, campesinos, organizaciones indígenas, trabajadores, profesionales y ciudadanos de todos los ámbitos se unan en este llamado a la defensa de la democracia.

La motivación detrás de esta movilización ciudadana radica en las investigaciones en curso por parte de la FECI en relación al Movimiento Semilla. Se investigan presuntas irregularidades en las firmas presentadas para la formación del partido. Esta situación ha generado una gran tensión política en el país, y Arévalo considera que es fundamental que la ciudadanía exprese su rechazo de manera pacífica y democrática.

El presidente electo también destacó que la transición de poderes no resolverá de inmediato los problemas acumulados durante décadas en Guatemala, como la marginación y la corrupción. Sin embargo, considera que es el momento de iniciar un cambio y construir una Guatemala en la que la población sienta que las autoridades responden a sus necesidades.

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Arévalo justificó su decisión de suspender temporalmente el proceso de transición de poder, argumentando que las condiciones no están dadas debido a la «contradicción profunda» entre la formalidad protocolaria y el acoso político ilegal que afirma sufrir por parte del Ministerio Público. Reafirmó su compromiso de reanudar el proceso cuando se den las «condiciones necesarias».

En lo que respecta a los actores involucrados en la persecución a su partido, Arévalo ha exigido la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, así como de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso de la FECI, y el juez Fredy Orellana. Estos cuatro funcionarios fueron sancionados por Estados Unidos debido a sus intentos de socavar la democracia y obstruir la lucha anticorrupción en Guatemala.

El llamado de Arévalo a la protesta no se limita a la defensa de su partido, sino que plantea un desafío más amplio: la viabilidad de las instituciones democráticas guatemaltecas. La tensión política y las acusaciones de persecución política están poniendo a prueba la fortaleza del sistema democrático en el país.

En conclusión, Guatemala enfrenta un momento crítico en su historia política, con un presidente electo que hace un llamado a la movilización ciudadana en defensa de la democracia y contra lo que considera una persecución política. La respuesta de la ciudadanía y el desenlace de esta situación serán determinantes para el futuro político del país centroamericano.

Redacción DHH con información pública de piensachile.com